Mikel Irastorza, considerado uno de los últimos jefes de la banda terrorista ETA, ha salido de la cárcel francesa en la que estaba recluido tras decretarse su libertad condicional, han informado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista.
Irastorza, que fue detenido el pasado mes de noviembre, estaba interno en la cárcel de Fleury-Merogis, que abandonó anoche.
Fue la Policía francesa quien, en colaboración con la Guardia Civil, arrestó el 5 de noviembre al que fuera en ese momento líder de la organización terrorista, en una operación en la que fue detenida también la pareja -un español y una francesa- que le albergaba en su domicilio en la localidad de Ascain, en los Pirineos Atlánticos, al sur del país galo.
Irastorza no tiene causas pendientes en España, tal y como informaron a Efe en su día fuentes judiciales, por lo que no se podía pedir su extradición.
Con su detención en la operación Nerín, ETA quedó descabezada y con apenas un puñado de miembros liberados.
Mikel Irastorza Artola, de 41 años y nacido en San Sebastián (Guipúzcoa), ejerció la máxima responsabilidad de ETA tras la detención de David Pla e Iratxe Sorzábal el 22 de septiembre de 2015 en otra operación conjunta de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) francesa y de la Guardia Civil, a la que se bautizó con el nombre de Pardines.
Antes, Irastorza fue responsable nacional de EKIN, la estructura de la que ETA se sirvió como instrumento para aplicar la estrategia político-militar y ejercer la dirección política e instrumentalización del complejo organizativo encabezado por la banda terrorista.