Antonio de la Fuente lleva más de diez años al frente del equipo de seguridad de la sede nacional del Partido Popular. Su nombre poco o nada dice y pasaría desapercibido si no fuera porque es el esposo de Carmen Bárcenas, hermana del hombre que tiene en jaque al Gobierno y al partido que lo sustenta. De la Fuente tiene los días contados como trabajador de la calle Génova, al menos esa es la pretensión de María Dolores de Cospedal, dispuesta a depurar, en la medida de lo posible, todo rastro del ex gerente y ex tesorero.
Y es que Bárcenas fue durante años el responsable de la contratación del personal laboral de la sede, lo que incluye secretarias, informáticos y hasta encargados de mantenimiento. Pero si hay un puesto especialmente sensible es el de seguridad, tarea para la que dispone de una estructura de entre 15 y 20 personas a sus órdenes, que también podría verse afectada, según reveló la revista Interviú. La secretaria general del PP, partidaria de aplicar cirugía contra Bárcenas en cuanto se vio salpicado por la Gürtel, tiene ante sí la tarea de limpiar los pasillos de Génova de adherencias del ex tesorero y, según fuentes del partido, “puede que la depuración no acabe ahí”, lo que ha generado no poca inquietud en buena parte de los trabajadores de la casa, que pasó por los despachos del gerente para firmar su contrato o que, directamente, accedió a su puesto de trabajo gracias a él.
Las fuentes del partido consultadas subrayan cómo Cospedal, que fue la primera en detectar que Bárcenas podía convertirse en una bomba de relojería, se ha ido deshaciendo de sus mejores amigos en el partido y en la sede de Génova. Es el caso de su compañero de esquí y escalada Luis Fraga, senador cunero en tierra de Cospedal, primero en Guadalajara y luego en Cuenca, y que no volvió a repetir en las elecciones de 2008, incluso meses antes de que estallara la Gürtel.
Si su apartamiento tuvo algo que ver o no con sus relaciones con Bárcenas es algo que no se atreven a asegurar las distintas fuentes consultadas, aunque lo cierto es que la “número dos” del partido, si bien asistió al ascenso de Bárcenas de la gerencia a la tesorería en 2008, venía avisada sobre él de la mano de Arturo García Tizón, diputado y presidente de la Diputación de Toledo, al que Cospedal rescató para la política y que fue el que, en 1987, siendo secretario general de AP con Antonio Hernández Mancha en la presidencia del partido, lo puso de patitas en la calle.
Fraga, senador en seis legislaturas –de 1989 a 2011—esto es, durante 22 años, está “desaparecido” para la política y sus referencias más cercanas aparecen en los papeles de la comisión rogatoria suiza, donde supuestamente se oculta bajo “Luis F.”, que llegó a acompañar a Bárcenas a una reunión con representantes del Dresdner Bank. También se contaba entre sus amigos al ex alcalde de Pozuelo e imputado por la Gürtel, Jesús Sepúlveda, al que Cospedal sacó del partido tras aceptar en su momento una polémica reincorporación como trabajador en la sede nacional tras dimitir como regidor municipal.
Por otro lado, el Gobierno se verá obligado a hablar sobre Bárcenas en la sesión de control parlamentario de este miércoles. Y es que el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica y diputado del PSOE, Antonio Hernando, tiene previsto preguntar a la ministra de Fomento, Ana Pastor, sobre la adjudicación de contratos de este Ministerio a empresas que han donado fondos al PP y que aparecen en la supuesta contabilidad B del partido, durante los mandatos de José María Aznar.
