Tras varias ovaciones del grupo parlamentario popular al Presidente del Gobierno que llegaron al medio minuto en pie y tras varios agradecimientos de Rajoy a los suyos a los que quiso reconocer su lealtad, Rajoy dejó el hemiciclo. Acaba de terminar una de las citas políticas más duras de su carrera. Sin embargo, la estrategia política del PP no ha terminado. Por eso Rajoy dejó la tribuna pero entró en una de las salas reservadas para el Gobierno justo frente al hemiciclo. Lo hizo escoltado por su Jefe de Gabinete, Jorge Moragas, y por el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Alfonso Alonso. A la sala entró también el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Inmediatamente después de cerrarse la puerta y de dejar fuera a las cámaras de televisión, la directora de Comunicación de Moncloa, Carmen Martínez Castro la volvía a abrir para incorporarse a la reunión. Finalmente, con cinco minutos de retraso se incorporaba también el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, un amigo personal del Presidente del Gobierno.
El encuentro tenía como objetivo analizar la comparecencia parlamentaria sin la presión escénica pero servía también para revelar quiénes han estado coordinando la escenificación de la ofensiva política contra Luis Bárcenas.
Jorge Moragas, su mano derecha, ha sido uno de los responsables de esa estrategia. Ayer, pasó toda la mañana en contacto José Luis Ayllón, uno de los hombres que escriben los argumentarios del PP. Ambos mostraban su satisfacción tras la primera intervención del Presidente y coordinaron versiones para el día de hoy. Ese es el enlace interno con el partido que ha coordinado el otro diputado presente: Alfonso Alonso. La estrategia ha funcionado tan bien que los populares cerraron cada intervención de Rajoy puestos en pie con un aplauso que se convirtió en ovación cerrada tras la réplica de Rajoy.
La coordinación exterior con los ministerios y el resto del Gabinete la han jugado dos ministros: el de Interior y el de Exteriores. Ambos estaban también en esa sala y siguen siendo los encargados de transmitir información al Presidente Rajoy. Ambos aplaudían fuera de la sala la intervención del Presidente del Gobierno.
La reunión no pasaba de ser la del análisis de una complicada comparecencia política pero tan significativo como quién estuvo en esa sala resulta quién se quedó fuera: no fueron invitados ni el ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, ni la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría.