Madrid

Almeida sacará a los pisos turísticos de edificios residenciales protegiendo a los vecinos

El Ayuntamiento de Madrid da luz al plan RESIDE, una estrategia para frenar la pérdida de población, ordenar la oferta turística y mejorar la convivencia

  • El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida en el pleno del Ayuntamiento. -

La crisis de los pisos turísticos sigue siendo uno de los grandes problemas para las principales ciudades de España. Madrid, capital del reino, sufre en buena medida esta 'plaga'. Vecinos que se ven obligados a irse de sus barrios, en los cuales han vivido generaciones de familias, en detrimento de usos turísticos para miles de pisos.

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por el Partido Popular y José Luis Martínez-Almeida, lleva meses trabajando en un plan de acción para paliar las consecuencias que esta expansión tiene en el día a día de los madrileños. En varias etapas, el consistorio ha ido dando pasos en la dirección correcta.

El pasado 20 de mayo, el Ayuntamiento de Madrid publicó un listado con la ubicación de las 1.008 viviendas turísticas que operan con licencia en la ciudad. En total, la ciudad cuenta con 13.502 pisos turísticos, según datos oficiales de la Administración, lo que pone de manifiesto lo rápido que se está propagando este fenómeno tan nocivo para la mayoría de vecinos y tan lucrativo para unos pocos.

En julio, días antes de las vacaciones de verano, el Ayuntamiento anunció los tres grandes puntos de su estrategia. El primero, las sanciones económicas. El Consistorio lleva sancionando desde el mes de abril con multas de 30.000 euros a las VUT ilegales, y ya van "más de 170" interpuestas, lo que eleva el montante recaudado a más de 5,2 millones de euros. El alcalde aseguró que se están tramitando "decenas de sanciones por valor de 60.000 euros" que se incrementarán hasta los 100.000 euros en casos reincidentes.

Al margen de la persecución pecuniaria, Almeida proclamó que quedará terminantemente prohibido la conversión de bajos comerciales en pisos turísticos, algo que cada vez abunda más dentro de la oferta disponible en este tipo de viviendas de uso ajeno. Se potenciará, eso sí, que se conviertan en viviendas residenciales siempre y cuando estén fuera de ejes comerciales.

Por último, y gracias a la mayoría absoluta de la que dispone el Partido Popular en el Consistorio capitalino, Almeida anunció que a partir de septiembre empezarán a dar forma a una ley que erradique el fenómeno nocivo de los pisos turísticos, y cuya previsión es que esté aprobada y en funcionamiento en 2025. Cabe recordar que el Ayuntamiento paralizó en abril la concesión de nuevas licencias.

El plan RESIDE, antídoto contra los pisos turísticos

Dos meses después del plazo, el Ayuntamiento ya ha presentado su plan RESIDE, método y antídoto para combatir el exceso de pisos turísticos en Madrid capital. Ayer, el alcalde de Madrid, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, anunció las líneas maestras de esta actualización del antiguo Plan de Hospedaje de 2019. 

El texto que lo compone sustituirá al anterior por haber resultado ineficaz para frenar la pérdida de viviendas destinadas a uso residencial en la ciudad y la proliferación de pisos turísticos. Como ha señalado el regidor madrileño, el Plan RESIDE, promovido por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, se centra en tres objetivos: acabar con la pérdida de población del centro de la ciudad y ampliar la oferta residencial, ordenar la oferta turística y mejorar la convivencia entre vecinos y visitantes.

Madrid apostará por un modelo donde los pisos turísticos coexistan con otras modalidades de alojamiento, pero salvaguardando a los residentes de los efectos que supone compartir espacio en una misma finca. Por esta razón, el Plan RESIDE no permitirá que operen pisos turísticos en edificios residenciales, apostando por su concentración en bloques destinados íntegramente a la actividad turística.

Un perímetro delimitado

El Ayuntamiento simplifica la regulación. Mientras el PEH reglaba sobre tres anillos, el Plan RESIDE actúa en dos ámbitos: el centro histórico –donde la presencia de viviendas turísticas es mayor y, por tanto, también es mayor la pérdida de activos inmobiliarios para uso residencial– y el resto de la ciudad.

Proteger el uso residencial

En el exterior del centro histórico, el Ayuntamiento de Madrid permite la implantación de pisos turísticos bajo las condiciones actuales, tanto en edificios completos como viviendas dispersas que convivan con uso residencial.

En este último caso, se incluye como novedad la obligación de que esos pisos turísticos dispongan de acceso independiente. El Ayuntamiento ofrecerá ventajas urbanísticas para convertir edificios de uso terciario en uso residencial, con incentivos como el incremento de la edificabilidad existente.

Proteger el comercio

El Plan de Hospedaje de 2019 permitió que los pisos turísticos se pudieran implantar en planta baja, lo que ha provocado que muchos locales de barrio desaparezcan en la zona central porque es más rentable la actividad de vivienda turística, provocando una reducción del comercio al servicio de los vecinos. De 2015 a 2024, se han transformado 3.306 locales en viviendas y/o pisos turísticos en Madrid.


Con el Plan RESIDE no se permite la transformación de los locales comerciales en pisos turísticos en el centro histórico y la transformación de locales en viviendas en las principales vías terciarias

Sanciones más duras y refuerzo de inspectores

El Ayuntamiento de Madrid no dispone de una normativa sancionadora específica para los pisos turísticos. El procedimiento que se seguía en caso de detección de funcionamiento irregular de un piso turístico que no se puede legalizar era el que se rige por la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo.

Inicialmente, se ordenaba el cese de la actividad; si el propietario no acataba la orden municipal y, posteriormente, se comprobaba que continuaba operando ilegalmente, se imponían multas coercitivas de 1.000, 2.000 y 3.000 euros (de los artículos 100 al 105).

Otra línea dentro de este plan de acción consiste en el refuerzo del cuerpo de inspectores. La Subdirección General de Inspección y Disciplina cuenta con 65 trabajadores para toda la actividad inspectora. El Ayuntamiento incrementa este año la plantilla en un 15 %, incorporando al servicio diez personas más.

Los pisos turísticos se han incrementado en la ciudad un 50 % desde 2017. Mientras en este tiempo se han contabilizado 8.162 viviendas turísticas nuevas, en el mismo periodo se han creado 113 establecimientos turísticos (hoteles, pensiones, hostels, etc.), representando un incremento del 9,85 %. En el distrito de Centro hay un turista alojado por cada dos residentes.

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