Ciento treinta y siete mil afiliados. CCOO es la primera organización de la región por número de afiliados junto con UGT y el Real Madrid. Y aquí hay que pagar, no como en el PP, donde se calcula que solo abonan su cuota un 15% de los militantes, cerca de 95.000.
Cada uno de los ‘socios’ abona desde los dos euros, en caso de ser un parado, y hasta 12 euros el que tiene un trabajo estable. A cambio, recibe el asesoramiento laboral y el apoyo en la negociación colectiva que beneficia a afiliados y no.
Los sindicatos españoles no se parecen en nada a los de otros países que ofrecen servicio con sus propias empresas. La crisis de UGT/PSV hizo que se frenara el afán de montar sociedades.
Los sindicalistas de CCOO están en la cooperativa Vitra, pero insisten en que la empresa no es de CCOO donde han construido unas diez mil viviendas. Tienen servicios concertados desde dentistas hasta compañías de seguros, pero la sombra de PSV impidió que se desarrollaran empresas de corte social como hay en Alemania u otros países de Europa.
La crisis también ha pasado factura a esta organización que ha perdido en Madrid más de 15.000 afiliados. “Hemos aguantado mejor que UGT, que sufrió una importante sangría durante estos años tan duros”, afirma un sindicalista con acceso a las cifras de la organización.
Uno de los primeros objetivos que se marcará el nuevo secretario general será el de recuperar esta militancia “que le da fuerza al sindicato”. Sus líderes son conscientes de que la crisis también se ha llevado una parte de su prestigio y que hay que “repensar” su función, salir de los despachos y volver a los centros de trabajo.
Por primera vez desde que comenzó su historia en la región los afiliados van a tener que decidir entre tres alternativas
Por primera vez desde que comenzó su historia en la región los afiliados van a tener que decidir entre tres alternativas, algo insólito. En el anterior congreso ya hubo una corriente crítica que pedía cambios pero el secretario general, Jaime Cedrún, logró finalmente, unificar las tendencias y salió elegido sin más problemas.
Los críticos acusan a Cedrún de no haber dado cauce al descontento y de no haber cambiado de forma paralela a como la hacía la sociedad madrileña.
El primero de estos grupos es el liderado por Mercedes González, trabajadora de Acerol-Mitel. Si saliera elegida rompería con la racha de hombres que siempre han liderado la organización. Esta corriente cree que tienen que repensarse para seguir siendo determinantes en el futuro.
Creen que los cambios sociales e institucionales en estos años de crisis, “obligan a modificaciones para alcanzar nuestro principal objetivo: organizar a la clase trabajadora de la Comunidad de Madrid para representar sus intereses dentro y fuera de la empresa”.
Jaime Cedrún, actual secretario general, presenta como aval las 14.000 movilizaciones organizadas durante los cuatro últimos años en “el primer sindicato de Madrid y de España”.
Cree que para recuperar el empleo, los salarios y aumentar las pensiones hay que cambiar las políticas económicas ya que las actuales han demostrado que no valen.
El tercer grupo que ha anunciado su presencia en el congreso, que se celebrará a primeros de abril, es el llamado, sector crítiCCOO.
Dicen que el Gobierno del Estado y el de Madrid “anteponen los intereses del capital a los derechos de las personas y sirve a los intereses de un capitalismo sin escrúpulos que genera más desigualdades, exclusión social e injusticias”.