El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate ha ordenado el sobreseimiento provisional de las actuaciones a los ocho detenidos por el asesinato de los dos guardias civiles el pasado mes de febrero en Barbate, según un auto al que ha tenido acceso Vozpópuli. Eso sí, el magistrado Ángel Rojas ha decretado la apertura de una nueva investigación por los delitos de contrabando contra los arrestados.
El auto judicial, que fue emitido el pasado 10 de julio, tiene su base en el último informe del Equipo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Cádiz y sus compañeros de la Unidad Central Operativa (UCO). "Se ha podido determinar que los investigados iniciales no tuvieron participación alguna de los hechos relativos a la embestida", según el texto emitido por el juez.
Por ello, Ángel Rojas ha decidido separar en dos procedimientos distintos la investigación de los hechos. "Aparentemente no existe relación alguna entre tales dos grupos de hechos", afirma. Considera que estas personas han podido cometer los delitos de contrabando, pertenencia a organizaciones criminal y resistencia o desobediencia grave contra los agentes.
El caso de Barbate en la Audiencia de Cádiz
En un auto fechado el día 11 de junio, la Audiencia de Cádiz desestima así el recurso de apelación presentado por la defensa del investigado contra el auto dictado el pasado mes de mayo por el que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate denegó la petición de libertad planteada por dicho encausado. La defensa de este investigado interpuso este recurso de apelación una vez conocido el contenido del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que concluye que la embarcación en la que su patrocinado viajaba junto con el resto de investigados no fue la que embistió a la lancha del Instituto Armado.
Asimismo, y según expone el tribunal, “constan indicios” de un delito de organización criminal, ya que el investigado, “en su declaración prestada ante el juez instructor, reconoció ser el piloto de la embarcación, que se embarcaron en Sanlúcar tras un cambio de tripulación, que iba con pasamontañas y que llamaron a tierra al propietario de la embarcación porque no iba bien, que llamó a los mecánicos para repararlo, los cuales se embarcaron”, a lo que se suma, igualmente, que “existen indicios” de un delito de resistencia, y ello a la vista del contenido del atestado de Barbate.