Turnos de 12 horas para mendigos discapacitados por el centro de Madrid. Ese era el negocio de una pareja de rumanos que traían a la capital a sus compatriotas. Este matrimonio, que incluso utilizaba a su hijo menor para vigilar a sus empleados, conseguía 450 euros al día con una plantilla de nueve personas que sufrían deformidades físicas y problemas mentales. Cuatro de ellos decidieron denunciar la situación a la Policía Nacional que ha conseguido desmantelar esta red de trata de seres humanos.
La investigación en torno a esta organización criminal ha sido desarrollada por el Grupo 9 de la Sección Tercera de UCRIF de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid. Los agentes estiman que este matrimonio llevaba actuando en la capital cerca de tres años, según informa a Vozpópuli el responsable de las diligencias que han permitido acabar con esta red.
Ha sido un trabajo arduo ya que las víctimas, como suele ser habitual en estos casos, estaban sometidas a vigilancias y amenazas. Impera una ley del silencio. Sin embargo, cuatro de ellas decidieron dar el paso y confesar a los policías el maltrato que estaban viviendo.
Viajaba en avión como mendigos
Las declaraciones se produjeron el pasado mes de febrero y los agentes de la UCRIF siguieron los pasos del matrimonio. La pareja, junto a su hijo, y su plantilla de nueve mendigos vivían en una serie de descampados a pesar de los beneficios que conseguían. ¿El motivo? Vigilar de cerca a sus trabajadores para que no relataran su situación.
Conseguían unos beneficios de 50 euros diarios por persona. En total obtenían 450 euros al día. No hacían gala de grandes ostentos pero si se permitían un lujo: viajar asiduamente a Rumanía en avión. En su país de origen tenían una gran cantidad de bienes, lo que contrasta con su situación en nuestro país. En los vuelos también iban disfrazados de mendigos, esta pareja que rondaba los 40 años.
Un video con fajos de billetes de 50 euros
Las cautelas que tomaban para no ser desenmascarados por la Policía Nacional se vinieron abajo por su hijo menor de edad. Este joven subió un video a su cuenta de Tik Tok con fajos de billetes de 50 euros. Así consiguió el Grupo 9 la prueba clave para desmontar su artificial vida de miserias.
El matrimonio enviaba una gran cantidad de dinero a Rumanía. En este país captaban a sus víctimas entre sus clanes. Les pagaban el vuelo en avión a nuestro país y con ello contraían una deuda interminable que nunca dejaban de pagar. "Nunca se extinguía", señala este inspector jefe a Vozpópuli.
12 horas en la calle pidiendo limosna
Ubicaban a los mendigos en puntos estratégicos de Madrid. Semáforos y zonas céntricas donde es continuo el paso de gente. El matrimonio les castigaban con 12 horas al día de mendicidad. Se acercaban a estos lugares para conseguir la recaudación y suministrarles comida.
La actuación policial ha impedido que esta red consiguiera traer a más personas a España para continuar su negocio de la trata. Su principal objetivo eran personas con deformidades físicas y problemas psicológicos. Al contrario que otras organizaciones no usaban a menores de edad.
Pisos okupados con mendigos
Tenían totalmente sumisos a sus empleados bajo amenazas y coacciones. También veían peligrar su vida y las de sus familiares en Rumanía. Vivían en condiciones insalubres y no tenían prácticamente nada en los cartones donde pernoctaban.
Cuando acababan de pedir limosna también se alojaban en pisos okupados. Tras su paso a disposición judicial, al matrimonio les fueron impuestas medidas cautelares de protección sobre las víctimas. La investigación de la Policía Nacional sigue abierta. El objetivo es conseguir conocer cuál era el camino del dinero que obtenían los mendigos.
Messidor
Mendigos... rumanos... clanes... suena a gitanos. Si no es así, desmentidlo.