Una mujer siembra el terror en un pueblo tras ser detenida seis veces en un mes: "Voy a ser leyenda"

Pelayos de la Presa (2.827 habitantes) es un pueblo ubicado en el suroeste de la Comunidad de Madrid, que siempre se ha caracterizado por su tranquilidad. Un punto que, por su cercanía al Embalse de San Juan, ha sido el 'santuario' de familias que disfrutaban de una segunda residencia vacacional a menos de una hora de la capital. Ahora, la situación ha cambiado. La espiral de violencia de una mujer de la localidad está atemorizando a toda la localidad. Ha sido detenida en seis ocasiones en lo que llevamos de mes por los agentes de la Guardia Civil y siempre queda en libertad, según informan fuentes vecinales a Vozpópuli. "Voy a ser leyenda", asegura esta mujer.

Los episodios violentos de esta señora se vienen produciendo de forma más o menos frecuente desde hace dos años. Esta mujer vive sola en Pelayos de la Presa en la casa que heredó una de sus hermanas cuando falleció la madre. El punto de inflexión de esta historia se sitúa en diciembre del año pasado. "Es bestial su trayectoria. Es detenida cada semana o cada quince días", relatan los vecinos a Vozpópuli.

"Voy a ser leyenda"

Una situación que califican de "surrealista" por sus actuaciones. "Mezcla pastillas antridepresivas con drogas y alcohol y se vuelve loca", denuncian. "Tiene a todo Pelayos de la Sierra asustado porque cualquier día puede ocurrir una desgracia", añaden.

Su 'palmarés' de delitos son tales como amenazas de muerte, amenazas con arma blanca, daños, coacciones y atentado a agentes de la autoridad. Su sensación de impunidad es máxima y cuando es detenida profiere frases como: "Me voy al juzgado y vuelvo para comer en casa" o "Voy a ser leyenda". Nada ni nadie puede frenar su carrera delictiva y violenta.

La única actuación que ha practicado el Juzgado de Navalcarnero es decretar una orden de alejamiento de 500 metros sobre su vecina. Y es que esta mujer es uno de los focos de su furia ya que la amenazó con un cuchillo en la puerta de su casa. Dañar los coches de la víctima también es otra de sus aficiones en el pueblo. La medida se incumple de forma sistemática casi como una tradición diaria.

La protagonista de esta historia ha sido capaz de "montar pollos" al alcalde del pueblo y de hacer fotos a los guardias civiles cuando desayunan durante los descansos. "Os pago para que trabajéis", afirma. También ha protagonizado desencuentros con la Policía Local de Pelayos. Entraba al coche patrulla con una frase premonitoria: "Hoy no me voy a mear".

Amenazas a los guardias civiles del pueblo

De forma habitual el foco de sus ataques son los agentes de la Guardia Civil que realizan su trabajo de forma meritoria para frenar su actividad delictiva. "Se mete con sus hijos, les amenaza, les insulta...", afirman estas fuentes. Es más que despreciable la actitud que tiene con una de las funcionarias del Instituto Armado. "Descubrió que es lesbiana" y se ensaña con ella cada vez que se encuentra con ella. "Eres una tortillera, te voy a rajar a ti y a todas tus mariconas", la insultó en una de sus intervenciones en el pueblo.

Los agentes de la Guardia Civil han detenido a la mujer (solo en agosto) los días 5, 7, 13, 15, 18 y 23. Esta cifra podría aumentar en la fecha en la que salga publicado el artículo. En una de estas ocasiones tuvieron que intervenir los compañeros de la USECIC para derribar la puerta de su domicilio porque tenían una orden de acceso a la vivienda enviada por el juzgado.

Esta mujer tuvo la 'brillante' idea de volver de Madrid al pueblo en un taxi. La factura era de 110 euros y se marchó sin pagarla e insultando al trabajador. Por este suceso también fue denunciada. El principal problema con el que cuentan los agentes de la Guardia Civil y los vecinos es que pasa a disposición judicial en Navalcarnero y vuelve a la calle. En pocas horas la rueda sigue girando con una nueva detención.

Zacarías, el magrebí que casi mata al trabajador de un kebab

Esta mujer que quiere ser "leyenda" en el pueblo no es el único personaje de la fauna de Pelayos. También cuentan con un magrebí que se llama Zacarías, "sin oficio ni beneficio", que llegó a España y descubrió el "alcohol y las drogas". Ahora, una de sus pasiones es ir por la calle con un cuchillo y amenazar a la gente. Ha sido detenido una veintena de ocasiones.

Además del arte del exhibicionismo también tiene afición por acudir de forma diaria a uno de los kebab del municipio. En este local siempre son caritativos y le entregan comida gratis. El día que se negaron ocurrió una desgracia.

El pasado 27 de julio, Zacarias fue al kebab por su ración diaria pero se la negaron los empleados. Tiró piedra al escaparate y salió uno de los trabajadores al que tiró una pierda en la cabeza. La víctima tuvo que ser trasladado al hospital donde sigue recuperándose de las lesiones un mes después. Cuando despertó no podía mover la mitad del cuerpo. Ahora, tiene movilidad reducida y no tiene fecha para volver a su casa.

El autor de la agresión fue detenido por la Guardia Civil por el intento de homicidio. A pesar de la gravedad del delito entró y salió del juzgado. Sigue postrado cada mañana en el kebab del pueblo para recibir su ración diaria de comida gratis.