Madrid

Así era el mayor piso franco de la droga de Madrid: más de 2.000 kilos de hachís con ambientadores

La Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado dos organizaciones criminales dedicadas al tráfico de estupefacientes, en una de las mayores operaciones antridroga de la historia de la Comunidad de Madrid

Un piso alquilado en una tranquila urbanización de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Esa era la ubicación de la 'guardería' de dos organizaciones criminales que se dedicaban al envío de hachís y marihuana a países como Alemania, Bélgica y Bulgaria. Los 'narcos' no vivían en ese inmueble y lo tenían exclusivamente para guardar los fardos de la droga. Tenían la vivienda llena de ambientadores y los vecinos no sospechaban de los miembros de estas bandas. Había en su interior más de 2.000 kilos de hachís.

Este piso llevaba alquilado desde el año pasado a uno de los miembros de la organización. Está situado cerca del Centro Comercial Alegra en la calle Salvador Madariaga de San Sebastián de los Reyes. Un zona tranquila, familiar con grandes zonas verdes y urbanizaciones residenciales. Los vecinos no se 'olían' lo que tramaban los inquilinos. No se les veía. No hacían vida en el piso. Únicamente accedían a él por las noches cuando transportaban desde el garajes los fardos y fardos de hachís.

Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil tiraron del hilo de sus investigaciones y consiguieron dar con dos organizaciones totalmente diferenciadas que tenían su propia red de distribución de droga. Los funcionarios han conseguido detener a once personas en los ocho registros domiciliarios que practicaron. Intervinieron 4.536  kilogramos de hachís y casi 200 kilogramos de marihuana, una de las mayores incautaciones de los últimos años en Madrid.

Un preso, nexo de unión de las dos bandas

La 'Operación Jardala-Tapón' ha sido anunciada este miércoles por el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martínez, que ha estado acompañado del jefe Superior de Policía Nacional de Madrid, Manuel Soto Seoane, y el general jefe de la Zona de Madrid de la Guardia Civil, José Antonio Berrocal. El nombre hace referencia a la calidad, "muy buena", del hachís incautado, y al elemento que transportaban los miembros de la organización para trasladar la droga a Europa. Todos eran de nacionalidad española y marroquí.

Una de las redes de distribución estaba liderada por dos hombres que utilizaban una nave de Humanes  (Madrid) para la recepción y la distribución de la mercancía; y la otra rama situada en la localidad de San Sebastián de los Reyes y liderada por otros dos varones, familiares entre sí, que eran los encargados de almacenar y propiciar la droga al primer grupo. La conexión entre ambas facciones era un preso, que se encontraba en tercer grados, y durante sus permisos ponían en contacto a las dos bandas.

Uno de los líderes de la organización era el propietario de una empresa de tapicería de muebles. Precisamente usaban esa sociedad en la nave de Humanes para transportar la droga. Los empleados no conocían las labores 'nocturnas' que se realizaban en sus puestos de trabajo.

6.000 euros por viaje con droga

Para cumplir su objetivo, camuflaban la droga con la mercancía que llevaba el  transportista o la ocultaban en dobles fondos que tenían los camiones o furgonetas.  Para ello contaban con un grupo de transportistas que eran los encargados de llevar la droga hasta su destino y que cobraban por realizar estos portes entre seis y siete mil euros. 

Durante la investigación, los agentes han logrado interceptar cuatro portes distintos en Fuenlabrada, Madrid, Guadalajara y Jaén, lo que ha permitido interceptar 1883 kilogramos de hachís y 195 más de marihuana que viajaban hacía Europa y cuya exportación fue liderada por los dos varones que operaban desde la nave situada en Humanes.

El piso de Sanse tenía más de dos toneladas de hachís 

Fruto de estas intervenciones, del análisis de la documentación intervenida y los  datos obtenidos de las investigaciones desarrolladas, se llegó hasta los dos varones que ejercían su actividad desde San Sebastián de los Reyes, quienes han resultado ser los distribuidores a gran escala de la droga. 

La fase de explotación ha concluido con el registro, en el mes de abril, de la nave  industrial situada en Humanes y siete viviendas situadas en Móstoles, Parla, Madrid  y San Sebastián de los Reyes. Precisamente en esta localidad del norte de Madrid existía un piso seguridad, desde el que la organización allí asentada realizaba la distribución de la droga y donde se intervinieron 2.653 kilogramos de hachís.

Droga con ambientadores

Según ha explicado el jefe de la Policía Nacional en Madrid lo que más ha sorprendido al Grupo 18 de investigadores ha sido la 'guardería' que usaba esta organización como piso franco. Una vivienda vacía que pasaba desapercibida. Fuentes policiales explican a Vozpópuli que para no llamar la atención con los olores de la droga preparaban los fardos con gran cuidado contratando a especialistas. Algunos de estos paquetes no son captados incluso por los perros especializados en sustancias estupefacientes.

Los organizaciones seleccionaban estos países europeos para distribuir por los grandes beneficios que podían obtener. En países como Bélgica los precios del hachís triplican el importe por el que se vende este tipo de sustancia en España.

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