El radar es uno de los dispositivos que más temen los conductores. La seguridad vial es un asunto que preocupa a todo el país. Y es que solo hace falta ver los datos de mortalidad que se registran cada año en las carreteras. Sin ir más lejos, el 2022 fallecieron en la carreteras más de 1.140 personas. Es un dato que refleja que ha aumentado un 3% con respecto a 2019. Ante estos datos, la DGT no baja la guardia y lanza diferentes campañas, tanto en verano como en invierno, para centrar la atención en el alcohol, las distracciones u otro tipo de infracciones que se puedan cometer al volante.
Parar evitar que se produzcan excesos de velocidad e intentar que haya menos siniestros se pusieron radares. Se trata de unos aparatos que están situados en miles de carreteras y ciudades de toda España y cuya función es encargarse de multar a todos los conductores que circulan a una velocidad mayor de la que marcan las señales de tráfico. Desde enero de 2022, en todo el territorio, ha aumentado el número de radares de tráfico sobre un 7%. A día de hoy, existen más de 2.000 radares fijos, 400 semáforos, unos 167 de tramo y más de 200 de cinturón y móvil.
Además, a lo largo de este pasado 2023, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado un total de 70 nuevos radar móvil en diferentes puntos del país. Pero estos no han sido los únicos. Madrid lleva probando desde hace unos meses uno de los radar de tramo más largo. Es desde este lunes cuando empezará a multar a los conductores.
El radar de tramo más largo de Madrid
La capital ya contaba con dos radares de tramo que funcionan en la ciudad: el de 1.735 metros en el doble sentido de la A-5 y el de 1.026 metros de la avenida de Córdoba (en sentido salida). Ahora, se ha activado definitivamente el de la calle de Sinesio Delgado. Tiene casi dos kilómetros de recorrido, siendo el más largo de todo Madrid y es el único de todo la ciudad que tiene controles intermedios para controlas que los coches a este tramo lo hagan a una velocidad de 50 km/h desde las vías aledañas.
El radar de Sinesio Delgado cuenta con un total de 1.783 metros que van en sentido a Ciudad Universitaria. La cámara de inicio se encuentra a solo unos metros de la glorieta Piedrafita de Cebrero, es decir, a la altura de la zona deportiva de Ganapanes. El final del mismo está en la intersección con la avenida de Miraflores, mientras que el punto de control intermedio está a la altura de la intersección con la calle Valdeverdeja.
Por otro lado, en sentido al Paseo de la Castellana, el inicio de este radar de tramo, que tiene una extensión de hasta los 1.800 metros, está situado poco después de la intersección con la avenida de Miraflores y su final en la glorieta de Piedrafita de Cebrero, mientras que el punto de control intermedio, en el cruce de la calle Doroteo Benache.
El objetivo principal de este radar y del resto de dispositivo de tramo que están instalado en la capital es poder reducir la siniestralidad y así garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Era una de las peticiones de los vecinos de la Junta del Distrito de Moncloa-Aravaca.
Además, las sanciones que pueden imponer por superar los límites de velocidad en los tramos que tienen radar, según establece la Ley de Seguridad Vial, van desde los 100 hasta los 600 euros y pueden suponer la retirada de 2 a 6 puntos del carnet de conducir.