Una bebé de apenas seis meses ha encontrado su ángel de la guarda en la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Esta niña, sin saberlo, antes de comenzar a hablar o andar ya es víctima de agresión sexual. El monstruo que abusaba de ella no estaba muy lejos de su cuna: era su padre, un hombre de 32 años que no tenía antecedentes de índole sexual. Su apariencia normal en el barrio madrileño de Santa Eugenia escondía un atroz secreto: era un pederasta que guardaba decenas de vídeos de abusos a menores de edad, según informan fuentes de la investigación de Vozpópuli.
Las pistas más simples a veces pueden ayudar a resolver un caso. Así trabaja el Departamento Contra el Cibercrimen de la UCO. Son los 'cazadores' de pederastas dentro de la élite de la Guardia Civil. Un grupo de trabajo que reúne a 35 agentes que buscan cualquier mínimo detalle para atrapar a estos monstruos que no tienen cabida dentro de la sociedad.
Estos funcionarios han sido los responsables de detener en el barrio de Santa Eugenia, en Villa de Vallecas, a un hombre de 32 años que presuntamente agredía sexualmente de su bebé de seis meses. No solo eso. El arrestado también grababa estas acciones y las compartía a través de internet.
La investigación se inició tras localizar y visualizar, por parte de especialistas en la investigación tecnológica de agresiones sexuales de menores, un vídeo que circulaba en foros pedófilos. En los fotogramas, un hombre de nacionalidad española ataba y agredía sexualmente a un bebé.
La caza del pederasta
A la vista del peligro real e inminente para la víctima, los agentes efectuaron el análisis de las características del vídeo mediante el uso de sofisticadas herramientas técnicas. También aplicaron bases de datos policiales, colaboración internacional y la obtención de información en fuentes abiertas como las redes sociales. Todas estas diligencias permitieron identificar plenamente tanto al pederasta cómo a víctima.
Para salvaguardar la integridad de la víctima se pusieron las diligencias en conocimiento de la autoridad judicial. El juez encargado del caso acordó la entrada y registro en el domicilio familiar del pederasta en Santa Eugenia. En ese inmueble, se procedió a su detención y a la protección inmediata de la bebé de apenas seis meses. Había sido víctima desde su nacimiento de varios delitos de agresión sexual.
Los agentes encargados de esta investigación llegaron a analizar más de 120 gigabytes de información del material intervenido al detenido en apenas 24 horas. Localizaron cientos de archivos de explotación sexual de menores, tanto en su ordenador portátil como en su dispositivo de telefonía móvil.
La madre reconoció a su marido y su bebé
Entre toda esta información analizada, se encontraron varios archivos de agresiones sexuales sobre la propia hija del detenido, evidenciando que las mismas habían sido continuadas en el tiempo. Solo tenía seis meses de existencia la bebé.
De manera paralela, tras informar de los hechos a la madre de la víctima, esta reconoció sin ningún género de dudas a su hija y a su marido, padre de la menor, en el vídeo origen de la investigación, identificando además la habitación en la que se están produciendo los hechos como el actual domicilio familiar. La autoridad judicial acordó la prisión preventiva del pederasta hasta la celebración del juicio por los hechos investigados.
Esta actuación de la UCO d la Guardia Civil se enmarca dentro de su actividad habitual en los grupos de trabajo de EUROPOL. El Instituto Armaddo ha participado en la 13ª edición de la Task Force de Identificación de Víctimas de agresión sexual de menores (VIDTF), en el que han participado 33 especialistas de 23 países.
Desde 2014, Europol reúne periódicamente a expertos en identificación de víctimas de todo el mundo para centrarse en casos no resueltos de abuso sexual infantil. Más de 695 niños han sido salvaguardados y 228 delincuentes han sido arrestados como resultado de operaciones basadas en el VIDTF.
Los consejos de la Guardia Civil
La Guardia Civil alerta de que internet se ha convertido en el mejor aliado de los depredadores sexuales de menores, que aprovechan el anonimato que les ofrece la red para distribuir y almacenar el material pedófilo que producen. Asimismo, no son pocas las voces que vinculan directamente el consumo de pornografía a edades tempranas con la deriva en comportamientos de abuso sexual infantil.
Para los especialistas, resulta crucial en ese sentido una supervisión y un control parental en el acceso a las nuevas tecnologías. Por todo ello, es importante recordar los siguientes consejos básicos: grupo de trabajo busca objetos que aparezcan en el fondo de miles de imágenes con material sexualmente explícito que involucra a menores sin identificar, permitiendo al mismo tiempo abrir vías de investigación a partir del origen de esos objetos para cazar a los pederastas.
