El juicio del Madrid Arena continuó este miércoles desvelando los diferentes desencadenantes de la tragedia con la declaración de cinco testigos en la Audiencia Provincial de Madrid, en donde cargaron contra los trabajadores de Kontrol 34. Estos empleados, que debían garantizar la seguridad en el interior del pabellón, cerraron las puertas, impidiendo así salir a los jóvenes por determinados vomitorios, tal y como revelaron los testigos a una sala que se va acostumbrando a escuchar historias, relatos, de angustia y muerte.
Según explicaron los cinco testigos, los trabajadores no les permitieron ayudar a sacar víctimas e incluso les insultaban si lo hacían. Gonzalo Encinas, uno de los jóvenes que asistía a la fiesta, contó que cuando se acercó a echar una mano para sacar a espectadores de la montonera uno de estos empleados le dijo: "Vete de aquí, que están muertas tres personas; que te pego una hostia".
Según explicaron los cinco testigos, los trabajadores no les permitieron ayudar a sacar víctimas e incluso les insultaban si lo hacían
Encinas insistió, como los que han pasado por el juicio en los últimos días, que no se podía dar un paso y “si querías moverte tenías que hacerlo a empujones”. Acudió a la enfermería porque estaba herido, pero no le atendieron. Fue posteriormente a un hospital y su lesión terminó en una mesa de operaciones con un injerto de ligamento de rodilla. Este testigo explicó a la sala que el personal de Kontrol 34 (chaleco amarillo) “estaba muy nervioso y no echaba una mano a las personas que lo necesitaban”. Tuvo la impresión de que “no querían ayudar”.
Estefanía Sancho resultó herida en una pierna, perdió masa muscular y ha recibido tratamiento psicológico. Se salvó de milagro porque cuando estaba atrapada, y ya no sentía las piernas, tuvo la suerte de que pudo sacar los pies de las botas que quedaron encerradas en el montón humano. Decidió salir de la pista porque había demasiada gente y cuando lo hizo quedó enganchada en la marea humana.
Alejandra Lozano tampoco tuvo que enseñar el DNI en la entrada. La gran cantidad de gente que había en la pista hizo que perdiera a sus amigas. En un momento quiso salir y otra mucha gente entrar. Se produjo el choque, la caída masiva, y quedó atrapada “y aplastada” mientras la música seguía a todo volumen. Tras ser rescatada quiso salir por otros dos vomitorios, pero estaban cerrados, aunque finalmente se lo permitieron al ver que estaba herida.
