El Gobierno se ha visto obligado a cambiar de estrategia después de que se desvelase la nota de la Guardia Civil que admite que cesó al coronel Diego Pérez de los Cobos por no informar de la investigación sobre el 8-M. Por lo pronto el Ejecutivo ha optado por cerrar filas en torno al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pese a que justificó la decisión en una mera remodelación de equipos. Pero al mismo tiempo ha pasado al ataque contra el mando destituido.
Desde el Ejecutivo deslizan que el mando cesado filtró a la prensa el polémico informe que ponía en entredicho al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. Este documento fue publicado por El Confidencial tres días antes del cese de Pérez de los Cobos, el domingo 24 por la noche.
En la sesión del control al Gobierno en el Senado, el propio ministro del Interior ha dicho que esa filtración “son los elementos relevantes” de este episodio. “¿Usted sabe que una filtración es una revelación de secretos?”, le ha replicado al portavoz del PP, Fernando Martínez-Maíllo, quien le había exigido reiteradamente su dimisión por el cese.
“Nadie ha hecho ningún tipo de injerencia. Lo único que hemos hecho es una nueva conformación de los equipos. Cuando perdemos la confianza justificamos la razón (...). El jueves anterior se filtró ese informe nada más ser entregado y la gente que trabaja con este ministro requirieron que se le informara qué pasaba”.
Este martes, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha señalado que el ministro Grande Marlaska cuenta con el apoyo de todo el Gobierno y de su presidente, Pedro Sánchez. "El ministro Marlaska informó en esta sala, en el Congreso y el Senado de que el cese se debe a una pérdida de confianza y es en ese contexto y solo en ese donde hay que situar ese cese", ha recalcado Montero.
Cambio de estrategia
Mientras se producía esta comparecencia, fuentes de Interior han ofrecido a las agencias Efe y Europa Press argumentos más detallados sobre las razones de la pérdida de confianza tras días de silencio. Hasta ahora, la respuesta del Gobierno había pasado por desautorizar en privado el contenido del informe elaborado por la Guardia Civil que afectaba a Illa y a Simón.
Ahora la tesis es que el mando de la Guardia Civil mintió a la Dirección de la Guardia Civil y les ocultó que sus subordinados habían remitido a la juez el informe. La juez del caso, la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, había dado órdenes expresas de que solo le informasen a ella de los avances de la investigación. Avisaba de que saltarse esa norma iría en contra del Real Decreto que regula las actividades de las fuerzas de seguridad cuando actúan a las órdenes de un juez.
Minutos después de que El Confidencial publicase este martes la nota de la Guardia Civil admitiendo las razones del cese, el Ministerio del Interior difundió un mensaje a los medios. Por primera vez reconoce haberle cesado “porque se incumplió el procedimiento de comunicación de actuaciones, a los solos efectos de conocimiento”. Insiste el Ministerio en que no le pidieron el contenido de sus pesquisas, pero sí saber el estado de las mismas.
"Fue objeto de filtraciones"
Al no cumplir con ese deber de informar- según Interior-, perdieron la confianza en el mando “tal y como se ha explicado en reiteradas ocasiones”. En esa misma explicación sobre el cese de Pérez de los Cobos, introduce Interior la posibilidad de la filtración a la prensa en la ecuación: “La Dirección de la Guardia Civil y el Ministerio del Interior ni conocían las actuaciones, ni tuvieron acceso al informe. Un informe que, sin embargo, fue objeto de filtraciones antes incluso de que las partes personadas en el proceso tuvieran acceso al mismo”.
Fuentes del Departamento que dirige Grande Marlaska confirman a este periódico sus sospechas en torno a que la filtración procediese de la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil. Tras referirse a la filtración, la nota de Interior remarca que “la confianza es un elemento nuclear en un cargo como el que ocupaba el coronel, para el que fue nombrado de forma discrecional, y para el que se necesitan las más altas cotas de neutralidad, profesionalidad y comunicación. Sin estos elementos, no se puede desarrollar el trabajo diario de forma óptima”.