España

Mañueco recurre al Ejército para la vacuna de la gripe y el coronavirus en Castilla y León

El Ministerio de Defensa informa del despliegue del Regimiento Lanzacohetes de Campaña Nº 63 ubicado en Astorga en la campaña de vacunación

  • Despliegue del Ejército en la campaña de vacunación contra la gripe y el coronavirus

El Ministerio de Defensa ha atendido una petición del Gobierno regional de Castilla y León, presidido por Alfonso Fernández Mañueco, para desplegar unidades del Ejército en apoyo a la campaña de vacunación contra la gripe y el coronavirus en Astorga. El departamento que dirige Margarita Robles ha informado del despliegue de los efectivos para colaborar con las autoridades sanitarias de la comunidad autónoma.

"Desde hoy, el 27 de octubre, y hasta el 24 de noviembre, a solicitud de las autoridades competentes de la Junta de Castilla y León, el Ejército de Tierra prestará apoyo con personal y medios a Sanidad de Castilla y León (SACYL) para los procesos de vacunación masiva frente al COVID-19 y la campaña anual de vacunación antigripal que se llevarán a cabo en Astorga (León)", detallan desde el Ministerio de Defensa.

"Este apoyo, que incluirá la puesta a disposición de personal militar y constará de carpas militares, mobiliario y camillas, será prestado por el Regimiento Lanzacohetes de Campaña Nº 63 ubicado en Astorga, Unidad que lo proporcionó ya el año 2021 en cuatro ocasiones, con un resultado muy beneficioso para la ejecución de las citadas campañas", añade el Ministerio.

De Balmis a Baluarte

En fechas recientes, las Fuerzas Armadas han colaborado con diferentes gobiernos autonómicos en campañas de vacunación contra el coronavirus, en el marco de la Operación Balmis de lucha contra la pandemia. Además, los militares participaron en diversos despliegues para aliviar la presión hospitalaria durante los peores meses de la crisis sanitaria, instalando espacios sanitarios de emergencia en los lugares donde se registraba una mayor saturación; y llevaron a cabo labores de desinfección en zonas críticas, como infraestructuras públicas o residencias de ancianos, entre otros.

Tras la Operación Balmis, el Ministerio de Defensa dio luz verde a la Operación Baluarte, en la que los militares actuaron como rastreadores para poner coto a los brotes de coronavirus de las siguientes olas de la pandemia.

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