El comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, hizo un llamamiento al espíritu pactista de la Transición durante un breve discurso en la presentación de la 'Marca España' en el Parlamento Europeo, coincidiendo con el debate en nuestro país en torno a pactos de Estado entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, el PSOE. Almunia señaló que si bien España tiene problemas y desafíos "duros y difíciles", "si recogemos los valores de la Transición, el consenso, diálogo, transacción, dejando de lado lo que nos separa, conseguiremos superar los problemas".
Sentada doctrina, aprovechó además la presencia de ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y de buena parte de los eurodiputados españoles, amén de representantes de medios de comunicación convocados a la puesta de largo de la 'Marca España' en el Parlamento Europeo, para abroncar, con buenas palabras, pero abroncar al fin y al cabo, al alto comisionado de esta iniciativa, Carlos Espinosa de los Monteros, y a los representantes de las altas instituciones españolas por no "venir más" a Bruselas. "Pensando en la relación de España y la Unión Europea, hay que venir más. ¿Quiénes vienen más a explicar, a negociar, a darse a conocer...? No son los españoles", soltó Almunia. "Os agradecemos esta visita, pero que no sea la última de la 'Marca España'", dijo para después agregar que nuestro país "tiene que llamar más a las instituciones europeas y a la troika para dar a conocer nuestras realizaciones y no hablar de oído".
Acabar con la lejanía de Bruselas y con los estereotipos son otras dos recetas que planteó el comisario europeo de Competencia. Cree que "hay millones de europeos" que sienten la capital comunitaria "como algo lejano, como un arcano" siendo necesario poner fin al estereotipo de ese Norte trabajador e industrioso y ese "Sur perezoso tirado al sol de las playas con bandera azul porque no es así". Almunia ha reivindicado a España como una de las naciones más viejas de Europa de modo que "estamos en el centro de Europa desde hace muchos siglos".
La intervención de Almunia precedió a la del ministro de Asuntos Exteriores, que se dedicó a vender las excelencias del país en un acto en que dieron plantón los eurodiputados nacionalistas a pesar de que el promotor de esta iniciativa, el popular Luis de Grandes, les llamó uno a uno para que asistieran. Tampoco hubo representación formal del Gobierno vasco, dado que el lendakari ïñigo Urkullu explicó a Exteriores que prefiere vender marca propia, pero sí hubo presencia de la Generalitat catalana a través de su delegado ante la Unión Europea, Pere Puig i Anglada. Margallo, que ha defendido las fortalezas de España en capítulos como la Sanidad, ha anunciado un próximo viaje de los Príncipes de Asturias en noviembre a Miami, para celebrar el V aniversario del descubrimiento de la Florida por Ponce de León.
De Grandes intentó que este no fuera un acto de partido, sino de país. De hecho, estaban presentes eurodiputados socialistas como Juan Fernando López Aguilar o Enrique Guerrero. El periodista Carlos Herrera actuó de maestro de ceremonias con un público heterogéneo que lo mismo unía a diseñadores como Victorio y Luchino, el exjugador de baloncesto Fernando Romay o el empresario Antonio Brufau. La idea de Exteriores es repetir un acto de estas características en aquellos países donde la imágen e España esta más deteriorada, especialmente Alemania y Reino Unido.
Precismente, uno de los intervinientes fue el vicepresidente del Parlamento Europeo Rainer Wieland, de la CDU Alemana. Wieland se mostró muy conciliador con España al defender que, por un lado, las reformas estructurales "son difíciles de acometer" y la carencia de efectos inmediatos pueden ensombrecer el objetivo final, "pero la Unión Europea estará al lado, le tenderá la mano hasta que retroceda la tasa de desempleo" de nuestro pais.
