España

¿Qué hacemos con Mato, Trillo, Villalobos?: tensión y prisas en el cierre de listas del PP

Rajoy, en contra de la costumbre, mete presión para el cierre de las listas electorales. Hay demasiados nervios y tensión por ocupar una plaza con garantías. El PP puede perder 50 escaños en la cita de diciembre. Algunos veteranos se caerán del cartel. ¿Quiénes y cuántos?

  • Celia Villalobos y Ana Mato.

Rajoy ahora tiene prisa. No quiere esperar al último minuto, como en ocasiones precedentes, para cerrar las listas electorales y dar a conocer los nombres de sus candidatos. El Consejo de Ministros convocará este lunes, en sesión extraordinaria, las elecciones para el 20 de diciembre. Acto seguido, el decreto pasa a la firma del Rey. La carrera ha comenzado.

El comité electoral del PP se reúne esta misma semana para dar el empujón definitivo al cierre de candidaturas. La fecha límite es el 16 de noviembre y la proclamación oficial, el 23. Los célebres 'tiempos' de Rajoy han mudado. No cabe ahora esperar hasta el último minuto, mecerse en el 'arriolismo' displicente. No funcionó bien ni en las europeas con Arias Cañete, ni en las municipales con Esperanza Aguirre, ni en las catalanas con Albiol. Y ahora, además, hay menos escaños a repartir y más nervios a templar.

Sánchez-Camacho, que sigue al frente del órgano electoral del PP, tiene ya engrasada la maquinaria para empezar el trabajo. Los diferentes comités regionales han ultimado sus propuestas y las están remitiendo a Génova. Dolores Cospedal lleva semanas dedicada a la ardua faena de la primera criba, la más farragosa. Implica mucho diálogo con las organizaciones territoriales y mucha mano izquierda. Jorge Moragas está al tanto, al igual que Javier Arenas, buen conocedor de los rincones oscuros de la formación.

Centrarse en la campaña

Los nervios crecen, la tensión aumenta. Ni los excelentes datos de la EPA ni la magna concentración en Madrid de los líderes de la derecha europea consiguen aplacar el estado de ansiedad de tantos aspirantes a situarse en un puesto de salida. De sus 186 diputados actuales, el PP puede descender hasta los 130, en el mejor de los casos. Lograr una plaza en las listas es ahora una misión casi inalcanzable. Telefonazos y presiones por doquier. Cospedal torea con amable habilidad, pero algunos morlacos, con años de lidia en todas las plazas, en las de postín y en las de tercera, pretenden acceder con sus cuitas al propio presidente.

De ahí las prisas. El suspense desgasta a la organización, piensan en Génova. Rajoy quiere que cuanto antes se despejen las dudas, en especial de los cabezas de cartel y siguientes. No se esperará al último día. Poco a poco, dicen en Génova, se irán dando a conocer algunos nombres. Esta misma semana habrá novedades. Hay que tranquilizar a la cúpula y centrarse cuanto antes en la campaña. Ha trascendido que los ministros tienen el puesto asegurado, salvo Guindos y Morenés, que ya han anunciado su voluntad de volver a la actividad privada.

El escepticismo se ha apoderado de los jóvenes de Génova, que pretenden una profunda renovación de las listas

Desde el cuartel general se anuncian novedades y hasta prometen sorpresas. Una melodía muy familiar. Pablo Casado, el portavoz del equipo, comentaba esta semana que el PP se presentará con un programa y unas candidaturas 'muy potentes'. No dio más pistas. De lo primero se encargan Álvaro Nadal, Andrea Levy y Juan Carlos Vera bajo la supervisión de Moragas. De lo segundo, la última palabra será como siempre de Rajoy. Los jóvenes vicesecretarios del partido no disimulan su deseo de un cambio de nombres y hasta de estilo. "Hay personajes con los que no puedes presentarte a unas elecciones a estas alturas, como Villalobos, Ana Mato y hasta Trillo", comentaba uno de ellos en privado. Todos quieren repetir. Y todos tienen vía directa y ascendencia con el presidente, como Teófila Martínez, descabalgada de la alcaldía de Cádiz, o la propia Sánchez-Camacho. El escepticismo sobre la posible renovación se ha instalado ya entre los jóvenes de Génova.

Ocurre algo similar en el resto de la organización, en especial entre la militancia menos baqueteada, que buscará afanosamente las papeletas de Ciudadanos salvo que, de aquí al 'día D' el partido de Rivera incurra en algún disparate o protagonice algún desaguisado. No lo parece. Sus líderes están muy bien preparados, sabiamente adiestrados. Nunca sacan los pies del plato, ni dicen algo más allá de lo estipulado. Mensajes unívocos, repetitivos, monocordes: Arrimadas, Villacís, Aguado, Villegas... el mismo libreto, para no asustar. Es la clave del partido de moda.

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