"Quiero ser el candidato". Mariano Rajoy lo tiene decidido. No sólo ha insistido este martes en que va a intentar ser el presidente de un gobierno "de amplio apoyo parlamentario" sino que, en el caso de que ni lo logre él ni lo consiga el PSOE y se convoquen elecciones anticipadas, "lo que sería una mala noticia", piensa presentarse de nuevo como candidato, para lo que recibió el apoyo de la Ejecutiva de su partido reunida el día después de las elecciones generales. Pero antes habrá que celebrar el congreso nacional que estaba previsto para febrero y que se ha retrasado por las circunstancias que vivimos, mencionan en el partido
Mariano Rajoy no renuncia a nada. Luchará por lograr su investidura, opción que ahora mismo se antoja poco menos que imposible, salvo que cambien mucho las cosas en el PSOE, que se ha pronunciado, por activa y por pasiva, contrario a la posibilidad de facilitar la continuidad tanto de Rajoy como del PSOE, según vienen insistiendo unánimemente sus dirigentes.
"Ahora se trata de mantenerse en la Moncloa y si no se logra, habrá que ver qué es lo que pasa", aseguran
La afirmación de Rajoy, que no es ninguna novedad, ha llamado la atención en algunos círculos del PP, donde se considera que resulta prematura. Lo que estamos viviendo ahora no tiene precedente, todo es muy especial, comentan estas fuentes. "Ahora se trata de mantenerse en la Moncloa y si no se logra, habrá que ver qué es lo que pasa", aseguran. El propio presidente en funciones mantenía esa misma línea al afirmar que "su intención, primero, es presentarse a la investidura y ya veremos luego los acontecimientos que se produzcan".
Voces críticas pero aisladas
Tras el complicado resultado electoral, que sitúa el panorama político español en situación de bloqueo, empiezan a emerger algunas voces críticas dentro de diferentes organizaciones regionales del PP. Son comentarios muy prudentes. Rajoy ha transmitido a sus barones que procuren mantener prudencia y silencio en estas semanas de duras negociaciones para conseguir la investidura. Al menos tres o cuatro meses de silencio. Así se ha pactado y, de momento, se está cumpliendo. Pero los nervios pueden jugar malas pasadas.
En el comité ejecutivo tras los comicios, José María Aznar reclamó la celebración de un "congreso abierto"
El presidente en funciones exhibe esta cohesión interna como una baza frente a un PSOE dividido en pugnas intestinas sin liderazgo claro. Sus pasos a seguir son bien sencillos: intentar primero superar el voto de investidura y, si se logra, formar un gobierno de coalición con el PSOE y Ciudadanos, si ello fuera posible. En caso de no conseguirse, la figura de Rajoy quedaría 'tocada', de acuerdo con algunas versiones del PP.
Habrá entonces que celebrar el congreso nacional, previsto para febrero y aplazado ahora 'sine die', en el que, según aprobó la Conferencia Política del partido el pasado verano, se adoptarán medidas de democratización interna, como la elección directa por los militantes tanto de los presidentes regionales como del nacional y, por supuesto, del candidato a las generales. Eso quedó bendecido en julio, cuando nadie se esperaba, y menos aún Rajoy, que las elecciones desembocaran en la inaudita situación actual. En el comité ejecutivo celebrado tras los comicios, José María Aznar, que acudió en persona en contra de su costumbre, reclamó la celebración de un "congreso abierto". Quizás en previsión de que pudiera suceder lo que nadie entonces sospechaba.
Las palabras de Rajoy se han recibido en algunos ámbitos de su formación como un intento de ignorar la opinión de la militancia, de quitar importancia a la celebración del congreso y de presentar su candidatura como única posibilidad. "A ver quién es el guapo, dentro tan sólo de unos meses, de plantarle cara a Mariano con una candidatura alternativa", mencionan estas fuentes.
"Los menores de 40 años apenas nos votan, se van a Ciudadanos y eso no va a cambiar hasta que renuncie Rajoy"
En el caso de que el PP no logre formar gobierno, hay opiniones en el partidario favorables a apostar por otro candidato. "Los menores de 40 años apenas nos votan, se van a Ciudadanos y eso no va a cambiar hasta que renuncie Rajoy y se elija otro cabeza de cartel, con otro perfil bien distinto", señalan. De ahí la sorpresa general con que se ha recibido la ante la tajante afirmación de Rajoy de que "quiere" ser el candidato. Fuentes próximas al presidente afirman que esta frase la pronunció a respuestas de una pregunta periodística y venía obligada para transmitir la idea de que en el PP hay un liderazgo firme, no como en el PSOE, y, al tiempo, para evidenciar la estabilidad y unidad que vive su formación.
Las prisas de Rajoy y su escasa consideración a la celebración de un congreso 'abierto', han molestado a algunos dirigentes territoriales, que consideran que ahora mismo Rajoy, como candidato, no suma tanto como él se piensa. "A la vista están los resultados", comentan estas voces, algunas de ellas muy fieles desde siempre a su presidente, pero que empiezan a ver la situación desde una perspectiva distinta. "Si se presenta otro candidato, con un perfil de renovación, tendremos más fácil recuperar buena parte de los votos que se nos fueron a Ciudadanos", aseguran.
"Y más ahora que el partido de Rivera se empeña en no mostrar si quiere pactar con el PP o con el PSOE", añaden. Pero para ello habrá que celebrar el cónclave del PP, cuya convocatoria no se ha fijado. Ni fecha ni objetivos. En Génova nadie trabaja ahora mismo para ponerlo en marcha. Todos los esfuerzos se centran en lograr la investidura y los apoyos necesarios para lograrla. ¿Y en el caso de que no se consiga?. Entonces, quizás sea muy tarde para buscar otro candidato, que, posiblemente, el objetivo secreto de Rajoy.