Dolores Cospedal acusó el contratiempo, que algunos tachan de "golpe", pero reaccionó con brío. Finalmente Javier Arenas, con la ayuda de altos cargos de Moncloa, le colocó a Mariano Rajoy a su candidato para liderar el PP andaluz, después de cuatro meses de trifulcas y tensiones. Juan Manuel Moreno es el elegido, en contra de José Luis Sanz, el protegido por la 'número dos' de la formación, que todavía acariaba anoche la posibilidad de mantener sus opciones. Rajoy pretendía a Fátima Báñez, ministra de Empleo, lo que atascó todo el proceso en dos ocasiones. El presidente del Gobierno, sin embargo, dejó abierta anoche, desde Ankara, la posibilidad de que haya dos candidaturas "o más". Ganas de evitar la imagen del 'dedazo', denunciado días atrás por Esperanza Aguirre.
La apuesta por Moreno ha producido efectos inmediatos tanto en el PP andaluz como en el nacional. El candidato elegido es hijo de emigrantes, malagueño nacido en Barcelona, lo que rompe el tradicional poderío sevillano. No es diputado autonómico ni tiene cargo orgánico en la formación. Apenas es conocido entre las bases y la militancia ya que lleva diez años en Madrid. Es joven, 44 años, y vende imagen de futuro. Todo ello parece poca cosa para enfrentarse a Susana Díaz, la sultana socialista, quien recibió con satisfacción la novedad. El 'aparato' del partido andaluz reaccionó, sin embargo, con sopresa y estupor. Daba por hecho la designación de Sanz y se topó con la gran sorpresa. Al menos por el momento ya que el elegido de Cospedal no ha cerrado la posibilidad de presentar.
Estupefacción y sorpresa
A escala nacional, el anuncio también produjo cierta estupefacción. Era un clamor que a Rajoy no le agradaba el candidato de Cospedal. pero nadie sospechaba que apostara decididamente en favor de la postura de Arenas. Sin duda influyó el hecho de que el presidente del Gobnierno recibió como un intento de 'hecho consumado' el plan urdido por Cospedal y Zoido, algo que a Rajoy le espanta. El actual vicesecretario general de política autonómica ha ganado el pulso. Arenas, que parecía preterido y eclipsado, ha dado muestras no sólo de que todavía mantiene enormes intereses en Andalucía, sino que su influencia cerca de Rajoy permanece intacta.
Arenas representa el pasado del partido, la etapa más oscura que ahora ha emergido con el caso Bárcenas. Arenas era gran amigo y valedor del ex tesorero que ahora permance encerrado en el centro de Soto del Real. Arenas aparece en todos los episodios en los que se trató el futuro de Bárcenas en el partido y su empeño, por ejemplo, en dejarle despacho, sueldo y secretaria cuando estalló el escándalo. Cospedal quiso al tesorero fuera de Génova desde el principio. Arenas lo amarró, lo amparó y lo cuidó. Muchos años juntos.
La cantada victoria de Arenas sobre Cospedal, que la secretaria general va a camuflar o a suavizar como una opción de consenso, representa, para muchos veteranos dirigentes de la organización, un triunfo de quien encarna un anclaje con etapas del partido que creen necesario superar y olvidar. "Arenas es el lazo más estrecho del PP con Bárcenas", señalan estas fuentes, que subrayan también que Moreno es también uno de sus más estrechos y tradicionales colaboradores, fiel escudero de sus intereses en Andalucía, junto a Elías Nendondo, presidente del partido en Málaga.
El final de todo este culebrón andaluz en favor de Moreno, si es que Sanz no decide a última hora mantener sus opciones, ha contado también con el decidido apoyo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, quien le conoce del Congreso en los duros tiempos de la oposición. También ha tenido importancia la colaboración de Jorge Moragas, jefe de Gabinete de Rajoy y muy próximo al nuevo candidato a conducir el PP andaluz. Moreno fue activo colaborador de Soraya en al menos dos comisiones parlamentarias. La vicepresidenta quizás ha sido factor definitivo para la decisión de Rajoy.
