Un ensayo del Grupo de Estudios Estratégicos (Gees), laboratorio de ideas privado, de tendencia neoconservadora y próximo al PP, compromete al actual director general de la Polícia Nacional, Ignacio Cosidó. El exdiputado nacional del PP, azote del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en su proceso de paz, sobre todo en el caso del chivatazo a ETA, es todavía miembro de este think tank que informa y asesora sobre "problemas de la seguridad internacional y española, en sus aspectos políticos, estratégicos, militares, económicos, tecnológicos e industriales". De hecho, así aparece en la propia web de este instituto, donde un artículo firmado por el centro de análisis cuestiona la política antiterrorista del Gobierno de Mariano Rajoy.
Si bien Cosidó no ha vuelto a publicar textos en Gees desde que en diciembre de 2011 asumió la dirección de la Policía Nacional, después de ello, en abril de 2012, sí asistió junto a otros miembros de GEES a una ponencia organizada por FAES (ambas fundaciones mantienen una estrecha colaboración) sobre Oriente Medio y la amenaza nuclear de Irán. A su lado estuvieron Manuel Coma, presidente del grupo, y Rafael Bardají, uno de sus fundadores e ideológo de José María Aznar en la guerra de Irak. En julio de ese mismo año, por ejemplo, Cosidó volvió a coincidir con Coma y Bardají en el seminario de FAES titulado La evolución del entorno de seguridad europea en los últimos años.
El artículo publicado ahora por Gees, bajo el título La lucha contra ETA: Aznar, Zapatero y Rajoy, señala que "el Gobierno de Rajoy eliminó la negociación política de Zapatero con la banda, pero a cambio -recalca- quiso escenificar una continuidad con las políticas heredadas de Rubalcaba".
En este sentido, el instituto reprocha a Moncloa que "ha buscado continuar el consenso con el anterior ministro y ahora líder de la oposición, renunciando a poner en marcha medidas que corrigiesen el rumbo". "Los socialistas continúan defendiendo una política radicalmente opuesta a la llevada a cabo entre 1996 y 2004 (en alusión a los años de gobierno de Aznar) y siguen defendiendo las bondades de la negociación con ETA", apunta el ensayo.
"Las perspectivas políticas de las distintas marcas etarras se presentan en la actualidad diáfanas y sin obstáculos", denuncia el ensayo del instituto
Así, en Gees consideran que este "único cambio relativo a la negociación ha generado la anormal situación que ahora vivimos: en materia antiterrorista, los resultados no son inmediatos, y los efectos, para bien y para mal, tardan en llegar". A continuación, el artículo se centra implícitamente en la figura de Rajoy y sentencia que "sin liderazgo político capaz de cambiar la política en la administración -liderazgo que en dos direcciones opuestas sí ejercieron Aznar y Zapatero- , los instrumentos de la lucha contra ETA continúan con la inercia marcada por Zapatero y Rubalcaba". "El histórico liderazgo del PP en la lucha contra ETA se ha desdibujado en esta legislatura hasta hacerse irreconocible", incide.
Esta "pérdida de liderazgo", prosigue el ensayo, está teniendo consecuencias "preocupantes" en términos políticos y sociales en el País Vasco, donde, a juicio de Gees, la "reconquista de la calle por parte de los proetarras aumenta día a día". En este punto, desde el instituto se atreven con un vaticinio y apuntan que "todo parece indicar que el flujo de terroristas y activistas proetarras a las listas electorales y a las instituciones aumentará".
Aldabonazo a la Justicia
También se detiene el artículo en la respuesta del Ejecutivo a los desafíos de formaciones proetarras como Bildu y Sortu, las cuales han sido advertidas en más de una ocación por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de que "legalidad no es impunidad". Para Gees, “las perspectivas políticas de las distintas marcas etarras se presentan en la actualidad diáfanas y sin obstáculos: ni siquiera pesa ya sobre ellas la amenaza de la ilegalización”, apostilla.
Además, no falta en el ensayo la alusión a las víctimas del terrorismo. En este apartado, el instituto considera que “la impunidad con que goza el entorno de ETA para manifestarse ha tenido como consecuencia la pérdida de la calle por parte de los constitucionalistas, que hoy vuelven a estar a la defensiva”.
De esta forma, el think tank denuncia que “las víctimas vuelven a ser acosadas e insultadas cuando se manifiestan”. “Desde sectores del PP se les califica abiertamente de ultras”, llega a decir el texto, en alusión a declaraciones, por ejemplo, del secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, quien será relevado en este puesto en unos días.
La "herencia envenenada"
En claro contraste con esa falta de contundencia de Rajoy, que ahora Gees echa en falta, se halla el último artículo que firmó Cosidó para el instituto: ETA. La herencia envenenada. En octubre de 2011, el hoy director de la Policía decía "si el nuevo Gobierno aplica la estrategia de firmeza que conduce a la derrota de los terroristas puede encontrarse no sólo con una mayor oposición política y social en el País Vasco y Navarra, sino con una reacción de la banda conforme a su propia naturaleza asesina. Tengo la convicción de que ni una cosa ni la otra torcerán la determinación de Mariano Rajoy", concluía.