El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que la política de dispersión fue "avalada por los tribunales como un medio de lucha contra ETA", pero una vez desaparecida la banda, "no podemos tener esa política penitenciaria". No obstante, recuerda que "no hay un derecho" que diga que los presos "tengan que estar en su lugar de residencia.
En una entrevista concedida a El Correo, Grande-Marlaska indica asimismo que si se produce la transferencia de prisiones al País Vasco "será simplemente el cumplimiento de una obligación fijada estatutariamente" y "siempre sería en beneficio de la sociedad, y no de un partido". Por otro lado, recuerda que la legislación penitenciaria es la misma para todo el Estado y las transferencias sobre las prisiones "se reducen a la gestión de los centros penitenciarios".
Cuestionado por el hecho de que se presente como candidato por Cádiz a las próximas elecciones generales del 28 de abril y no por Vizcaya, pese a haber nacido en Bilbao, afirma que en Vizcaya está el PSE y "quien tiene que encabezar esa lista es su máximo referente, que es el lehendakari Patxi López", de tal forma que "lo contrario sería ilógico".
26 presos trasladados
De este modo, indica que "si se transfiere" al País Vasco la competencia sobre prisiones, será "simplemente el cumplimiento de una obligación fijada estatutariamente". "Siempre sería en beneficio de la sociedad y no de un partido", expresa. Respecto a los traslados llevados a cabo a 26 presos de ETA a cárceles cercanas a Euskadi, el ministro dice no llevar un control en el número de internos porque "no es algo excepcional".
Según describe, "no hay un derecho que diga que tengan que estar en su lugar de residencia" y "tampoco se trata de reunificar a quienes han sido condenados por un mismo delito". "Presos no terroristas que sean riojanos, por ejemplo, no tienen por qué estar en la cárcel de Logroño", argumenta.
Vía Nanclares
Por otro lado, se declara defensor de la vía Nanclares y cree que para que se produzcan acercamientos, "lo mínimo que se puede pedir a alguien es que reconozca los hechos y pida perdón". "La vía Nanclares tuvo su momento y esas personas condenadas por terrorismo dieron un paso cuando ETA seguía matando. Ya no puede haber una segunda vía, sería desnaturalizar lo que hicieron ellos", añade.
Por último, lamenta que haya habido partidos que hayan "azuzado" a algunas asociaciones de víctimas del terrorismo "para que criticaran al gobierno" por su política penitenciaria.