España

Decenas de marroquíes rompen el confinamiento en Ceuta para regresar a nado o en patera a su país

Un centenar de personas procedentes de diferentes puntos de Europa también quedaron atrapadas en Melilla al viajar a Marruecos tras decretarse el cierre de fronteras por el coronavirus

  • Los marroquíes se lanzan a nado desde la playa de El Tarajal.

Guardia Civil y Policía Nacional han detectado en los últimos días varios grupos de marroquíes que tratan de escapar del confinamiento en Ceuta para regresar a su país. La vía escogida para dar el salto es la marítima. En patera o sencillamente a nado, eluden los controles tras quedar atrapados en España al decretarse el cierre de las fronteras por el coronavirus.

Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli detallan el curioso fenómeno que se está viviendo en la ciudad autónoma después de que se blindasen las fronteras. Las patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han detectado, por el momento, una docena de ciudadanos marroquíes que han tratado de nadar desde suelo ceutí hasta Marruecos en las últimas fechas. "Pero estamos seguros de que son muchos más casos, decenas de ellos", aseveran las mismas fuentes.

Lo hacen por la playa de El Tarajal. Desde ahí, si logran esquivar los controles fronterizos, nadan algo más de 400 metros para alcanzar Marruecos. "No hace falta estar muy en forma para salvar esa distancia", aseveran agentes desplegados en la ciudad. "En algunos casos hasta se encuentran con la ayuda de las patrullas marroquíes que están cerca de sus costas". Y no sólo a nado. En las últimas jornadas, la Guardia Civil ha localizado algunas pateras seguían la misma ruta.

Según los agentes, se trata de ciudadanos "transfronterizos". Personas que tienen su residencia en el país vecino pero cruzan a diario la frontera por diversos motivos, principalmente profesionales. Muchos de ellos han quedado atrapados en territorio ceutí después de que Marruecos cerrase los pasos terrestres y suspendiese las conexiones por mar y aire.

Su situación se ve agravada tras decretarse el estado de alarma en todo el territorio español. No cuentan con una residencia fija en la que cumplir el aislamiento y se alojan de forma provisional en casas de familiares lejanos o conocidos.

Situación en Melilla

La incidencia del coronavirus también ha desencadenado una serie de problemas en Melilla. Fuentes policiales apuntan a que un centenar de personas residentes en Europa y que viajaban rumbo a Marruecos -su país natal- quedaron atrapadas tras decretarse el cierre de fronteras. Las comunidades islámicas les han ofrecido sus instalaciones y las autoridades melillenses han habilitado un polideportivo.

"Es una situación poco deseable y menos aún si se alarga en el tiempo", comentan agentes desplegados en la ciudad autónoma. "Se han quedado aquí tirados y algunos lo viven con cierta tensión. Ya hemos intervenido un conato de motín en el polideportivo porque no se respetan las normas. Y los centros de menores están también desbordados".

El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ya ha pedido la colaboración del Ejército para intervenir en los barrios que eluden el confinamiento: "El aislamiento, que en un principio puede ser una ventaja, se puede convertir en una ratonera. Podemos convertirnos en un espacio cerrado y sin posibilidad de salir, contagiándonos unos a otros".

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