"Mi madre nos dice que aguantemos hasta los 18 años y que después nos vayamos de casa". Es el estremecedor relato de uno de los menores presuntamente maltratados por sus padres en el 'chalet de los horrores' de Colmenar Viejo. Domingo, médico del Gregorio Marañón, y su mujer Mercedes perdieron la tutela de los ocho hijos con los que convivían. Tres de ellos declararon haber recibido malos tratos por parte de su padre y exculparon a la madre. Rodillos de cocina o sacacorchos eran algunos de los utensilios con los que recibían los castigos, según manifestaron en su exploración a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
Estos tres niños eran el centro de los castigos de Domingo. Acudían al colegio con marcas y su propio padre, aún trabaja como médico en el Hospital Gregorio Marañón, firmaba los partes médicos. La confesión de una de ellas a su profesora fue lo que aceleró todo el proceso actual. Y es que el padre ya había sido denunciado por malos tratos por una de sus hijas en un procedimiento que aún estaba abierto en otro juzgado madrileño. También tenía otras denuncias que habían sido archivadas en 2018 por el mismo asunto.
Como publicó Vozpópuli, la madre solicitó al juzgado que revoque la orden de alejamiento de su esposo y defiende que nunca ha sido maltratada. Además, afirmó que las denuncias de maltrato de los menores se produjeron porque tenían "malas compañías".
Los menores vivían en una habitación
Los menores fueron explorados (así se llama la declaración de los niños ante la juez) un día después de que la Guardia Civil detuviera a sus padres. Los ocho menores, que tienen unas edades de entre 14 y 4 años, según la informacion de la Guardia Civil, vivían en una misma habitación con dos literas y una cama.
El menor de los niños presuntamente maltratados, relató a la entrevistadora que todo comenzó porque su hermana se puso a llorar porque tenía miedo de que su padre viera las notas. Después en su despacho, el director del centro le preguntó por qué le dolía el brazo y dijo que: "Mi padre le había pegado con el rodillo de cocinar".
"Yo le denuncié porque en realidad me pegaba, pero no se podía decir porque si no, me dijo mi madre, que nos separaban y que me iba a otra familia", dijo. Este niño afirmó a la entrevistadora que el padre le agredía con "espátulas de cocina y con un rodillo". ¿El motivo? Golpes en la pared. "Mi padre se cree que yo soy el que los hace. Hay agujeros también en los techos de mi casa y mi padre se cree que yo soy el único que puede hacerlo", agregó.
El médico tuvo una orden de alejamiento sobre su hija
El menor, que tiene un trastorno mental, aseguró que su padre le pegaba a diario porque "ve una cosa y me echa a mí al culpa". "Mi padre no ha podido estar en casa porque cuando mi hermana lo denunció le pusieron una ley de que donde estuviera mi hermana mi padre tenía que estar a 500 metros", explicó. Duró nueve días esa medida ya que en un juicio en Madrid el caso quedó sobreseído.
Uno de esos episodios se produjo cuando el padre llegó pronto del trabajo, en torno a las once de la noche, y pilló a los niños viendo la televisión. "Se enfadó y me empezó a dar con un martillo en la cabeza, o a veces en la mano. Después se fue a cambiar de ropa porque venía de trabajar", dijo.
Ver la televisión era uno de los encontronazos con los niños con lo que ejecutaba los castigos. Otra vez les pegó porque estaban viendo la serie Pokémon. "Nos desnudaba a mi hermana y a mí, nos empezó a dar con el rodillo de cocinar y dijo que no iba a parar hasta que no le dijéramos quién había sido", aseguró el menor. Recibieron golpes por todo el cuerpo, según su declaración.
"Cogía utensilios de cocina y nos daba"
"Mi padre cuando le digo que yo no he sido alguna cosa, me ahoga, me sube, me levanta y cuando me ahoga con todas sus fuerzas pues yo.. es como si la mente se me fuera en blanco, no veo nada y todo está en blanco y luego cuando me despierto... mi padre me dice que como lo vuelva a hacer, que se enfada mucho y que como lo vuelva a hacer que me mata", señaló.
Su hermana también fue golpeada con un rodillo en la cabeza por el progenitor porque estaba leyendo un libro que tenía un episodio "porno". El papel de la madre en todos estos episodios es significativo: "Mamá se ponía nerviosa, intentaba tranquilizar a mi padre o pararla y mi padre la retiraba y le decía que le dejara en paz que ella tenía la culpa de todo. Mi madre no podía hacer nada", relata.
La menor confirmó la versión de su hermano y dijo que el médico les "pegaba desde hace mucho tiempo" a la madre y a tres de sus hijos. "Él mantenía conversaciones con nosotras y nos pedía explicaciones y cogía algún utensilio de cocina y nos daba". Otro de los castigos que recibían eran estancias en el sótano de la casa: "Mi padre los bajaba y los mantenía ahí durante días". Las versiones de los niños sobre los castigos a grandes rasgos son las mismas pero difieren algunos detalles.
Los menores a su madre: "No podemos seguir así"
Los tres menores denunciaron en el colegio los presuntos maltratos y se abrió un protocolo de actuación. El colegio se puso en contacto con la Guardia Civil y los agentes abrieron las diligencias sobre este caso. Las dos chicas más mayores de la familia llegaron a hablar de este tema con su madre: "No podemos seguir así pero mi madre nos dice de aguantar, aguantar hasta los 18 que os vayáis de casa", recuerdan.
Las situaciones de violencia en casa se venían repitiendo "desde hace muchos años". La mayor de las hermanas confirmó las mismas vivencias y subrayó: "Mi padre no nos deja ver la televisión, no nos da permiso porque dice que hay cosas raras". Esta menor, que reconoce que ha tenido su etapa de "rebeldía", estuvo cinco años viviendo en Salamanca con unos tíos.
En lo que sí coinciden los tres testimonios es en que Mercedes es una "buena madre" a la que todos sus hijos quieren. Aunque su papel, cuando eran agredidos, era el siguiente: "Ver, oír y callar", según confesaron sus hijos ante los episodios de "cabreo" de Domingo.
Pontevedresa
Este malvado repugnante no puede entender como podía tener una conducta en su trabajo aparentemente normal y como en su propia casa era un torturador y maltratador de sus hijos. Su madre una cómplice que no puedo entender como soportaba a esta bestia y consentía que se tratara así a sus hijos.