La sinagoga de Madrid ha estado estos días más llena que nunca. Pero también, se respira una tensión que no se había respirado antes. Y hay más silencio que el habitual. Para los judíos es un sitio santo, su punto de encuentro y su "mayor júbilo", cuenta un fiel. Pero esta semana "no ha sido fácil". Y se nota en el ambiente. No se ven sonrisas; sólo caras largas y de preocupación por lo que puedan estar pasando los suyos en la zona de Israel.
Viendo lo que ha ocurrido en otros países, y siendo conscientes de la escalada de la tensión, los organizadores ("y también el resto de fieles"), se han "obsesionado" con la seguridad. Para todos aquellos que intentan acercarse al templo sin ser judíos, es casi una misión imposible, un proceso lleno de trabas de seguridad. "Sólo por llamada o por escrito", dicen a los periodistas interesados en saber cómo se están viviendo estos días en los que se ha iniciado definitivamente el conflicto entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamás.
Para ellos, ver los ataques que se están produciendo contra el pueblo judío más allá de las fronteras israelíes les está abriendo viejas heridas. "Estamos observando con extrema preocupación las manifestaciones antisemitas que se están produciendo tanto en Europa como en nuestro país. Esta misma semana hemos vivido situaciones terribles en Melilla que nos retrotraen a los peores años de nuestra historia. Es importante que no solo las comunidades judías estén unidas, sino también los demócratas españoles y que condenen, de manera rotunda, todas y cada una de estas manifestaciones antisemitas que se están produciendo. Todo silencio es cómplice", cuentan, temerosos, fieles y organizadores del templo judío.
Aumentar la seguridad en la sinagoga
Se respira el miedo a que pueda "pasar algo". Un encargado se atreve a contar a Vozpópuli que se plantean incluso cancelar "por ahora" los ritos y las ceremonias. No saben qué van a hacer, "ni siquiera mañana". "Hemos reforzado de manera preventiva nuestras medidas de seguridad para garantizar la seguridad de nuestros miembros y en nuestras instalaciones. Asimismo, hemos compartido consejos con nuestros miembros para garantizar su seguridad cuando accedan a nuestra sinagoga, oratorios o centro comunitario", cuenta Estrella Bengio, presidenta de la Comunidad Judía de Madrid.
En la sinagoga lo tienen claro: "La seguridad es la prioridad de nuestra Comunidad y no dudamos en implementar todas las medidas necesarias para garantizarla", añaden. Y para combatir el miedo, trabajan en sintonía con quienes más saben de seguridad. "Estamos en permanente comunicación con las autoridades locales y regionales, así como con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y nos estamos coordinando con ellos para garantizar la seguridad de los miembros de la Comunidad en todas nuestras instalaciones", continúa, demostrando la tensión que se respira entre los judíos, Bengio.
Días difíciles para la comunidad
Hay miedo por lo que pueda pasar aquí. Pero en la sinagoga también hay pesar por la situación en Israel, "su tierra". "Los judíos españoles lo estamos viviendo con mucha angustia y mucha preocupación, siguiendo las noticias, en permanente comunicación con nuestros familiares y amigos en Israel. Están siendo unos días muy difíciles, de miedo, de ansiedad y de profunda incertidumbre. Estamos conmocionados por lo que está ocurriendo, por las víctimas, los civiles secuestrados, los heridos. Es una situación desgarradora. Hacía muchos años que no vivíamos una situación así" continúa contando la presidenta. Son un sentimiento al que se suman los fieles de la comunidad judía en España, que cuentan desde el anonimato que están "rotos".
Para paliar el dolor de la herida y sentirse más cercanos a los suyos, están realizando estos días actos especiales para mostrar la solidaridad: el pasado 10 de octubre realizaron un acto solemne, que "reunió a diferentes comunidades judías de Madrid y en la que el Rabino de la Comunidad Judía de Madrid, Moshé Bendahan, realizó plegarias y bendiciones por las víctimas, los heridos, los rehenes y sus familias, y para que D-s proteja al Estado de Israel y a los soldados que lo defienden día a día.
Ratwulf
Con este gobierno y sus gasolineros antisemítas estamos apañados…
Bilbao
La autora nos dice al final: "y para que D-s proteja al Estado de Israel ", ¿qué significa D-s?, ¿es una errata y quiso escribir Dios?, ¿o, más bien, es la forma de no escribirlo siguiendo el canon judaico? Lo normal en España es decir/escribir el nombre de Dios sin ningún problema, es lo normal.
Alexander
Las fuerzas del seguridad del estado deberían vigilar durante las 24 horas tanto la puerta de entrada a la sinagoga, para impedir que entre algún fanático yihadista, así como los alrededores, para impedir que se puedan lanzar explosivos desde el exterior o aparcar vehículos cargados de explosivos.