La acción exterior de España necesita, según el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que el Gobierno ponga orden, para que no se repitan, por ejemplo, los 126 viajes de representantes de Comunidades Autónomas al extranjero de los que no fue informado el ministerio y de los que tuvo constancia por las embajadas. Para llevar a cabo dicha reordenación, así como una actualización de una legislación obsoleta, Asuntos Exteriores trabaja en un anteproyecto de ley, que, en palabras del ministro, “ya ha conseguido superar el Consejo de Ministros” y encara ahora su fase parlamentaria.
Una de los puntos del anteproyecto que se prevén más polémicos persigue limitar la representación de las Comunidades Autónomas en el exterior, que en la actualidad cuentan, según Margallo, con 166 “embajadas autonómicas”. De hecho Cataluña, País Vasco y Andalucía ya han mostrado su disconformidad con la oferta de integrar sus ‘embajadas’ en una representación conjunta, según reveló ayer el ministro en la presentación del informe Ideas para una renovada política exterior española del Foro de la Sociedad Civil.
Dicho informe, elaborado por el embajador y colaborador de Vozpópuli José Antonio de Yturriaga antes de conocerse el anteproyecto de ley, señala la necesidad de una “refundación de la política exterior”. Para ello Yturriaga considera “esencial”, y así se lo hizo saber al ministro, “un gran consenso político” entre Gobierno y oposición. Con respecto a la representación de las comunidades autónomas, el informe insta al Ejecutivo a “evitar las propuestas fraccionalistas” de algunas autonomías y presentar una imagen única de España.
También señala Yturriaga en su informe que es necesario “reestructurar la red de representaciones diplomáticas en el extranjero” y regular “adecuadamente tantos los problemas de estructura, como los de personal y de material”.
"Auténtico caos"
Una de regulación que parece necesaria si se tiene en cuenta las palabras de Margallo que calificó de “auténtico caos” el despliegue en el exterior del Gobierno central. “No sabemos cuántos funcionarios de los diferentes ministerios hay destacados en el extranjero”, aseguró Margallo, que puso como ejemplo la presencia de un consejero agrícola en Costa Rica, así como otros consejeros de los que nunca había recibido un informe.
Durante la presentación, el ministro también anunció que pretende llevar a cabo una reforma en la carrera diplomática, en la que se potencien, entre otras, áreas como la comunicación y la economía durante la formación y en la que se implante un sistema de evaluación de méritos. Además, dijo el ministro, el Gobierno “no puede seguir dando másteres gratuitos” en esta área.
En referencia a los lugares en los que España debe estar presente, tanto Yturriaga como Margallo coincidieron en que uno de los más importantes actualmente es África. El diplomático calificó el continente africano como “una Cenicienta a la que hay que prestar atención por los problemas de terrorismo y por una cuestión de justicia social internacional”. Por su parte el ministro añadió que África tiene “enormes posibilidades de negocio pero también un enorme peligro de fraccionarse” por lo que España tiene que estar presente “todos los días”. Además aseguró que de no haber sido por la intervención de las tropas francesas, “Malí sería un nuevo Afganistán”.
