El último Consejo de Ministros celebrado antes del parón veraniego, el pasado 1 de agosto, autorizó la adopción de tres acuerdos marcos para diferentes adquisiciones de material relacionado con el ámbito militar. Entre ellos, figuraba el de suministro de "cascos de combate" para la Armada y el Ejército de Tierra. El Gobierno precisó que el plan de vestuario y equipo individual 2013-2017 de las Fuerzas Armadas prevé la compra anual de 6.000 cascos de este tipo, con "objeto de ir sustituyendo los que se vayan dando de baja al cumplir su ciclo de vida útil".
Tal operación, que recibió el visto bueno del Ejecutivo hace menos de un mes, ha empezado a ejecutarse --arrancó el pasado lunes-- desde el Ministerio de Defensa, según ha podido constatar Vozpópuli.
Este acuerdo marco tiene un plazo de vigencia de "59 meses" (dentro del periodo de 2015-2019), prorrogables por otros 24, y parte con un importe de licitación de 28.943.200 euros, iva incluido, tal y como recoge el pliego de prescripciones técnicas del contrato consultado por este diario.
De este modo, con la calculadora en la mano, el Ministerio de Defensa va a hacerse con un total de 30.000 casos, soportando un gasto de 965 euros la unidad. Las empresas candidatas a este concurso, que sigue procedimiento de tramitación ordinaria, tendrán hasta el próximo 10 de octubre para presentar sus ofertas.
"El casco de campaña tiene como objetivo proporcionar la máxima protección antifragmentos y a su vez, en la medida de lo posible, la máxima protección balística en el combate, teniendo en cuenta factores determinante del mismo como son el peso y la cobertura de la cabeza", afirma el departamento de Pedro Morenés.
El modelo que actualmente utilizan las Fuerzas Armadas españolas se denomina Marte y forma parte también del vestuario militar de otros países pertenecientes a la OTAN como Holanda o Alemania. La última actualización se conoce como Marte 04/97, según apunta el portal infodefensa.com, y está fabricado con "una combinación de resinas sintéticas aradmídicas, Kevlar o Twaron, para aportar la más alta seguridad contra fragmentos y proteger al soldado de impactos directos de baja velocidad".
Una de las entidades en disponibilidad de cubrir este suministro al Ministerio de Defensa es el grupo El Corte Inglés, habitual proveedor de las Fuerzas Armadas en materia de vestuario y equipamiento textil. La firma Industrias y Confecciones (Induyco), perteneciente a esta compañía, ya fue contratada por el Ejército hace unos años para proporcionar igualmente un lote de "cascos de combate".
Entre las numerosas adjudicaciones que ha recibido el holding que preside Isidoro Álvarez en los últimos años, se encuentra por ejemplo una de finales de 2012 relativa a un contrato para el suministro de uniformes de gala, según recogió el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 11 de diciembre de aquel ejercicio. El importe ascendió a 208.656 euros.
El segundo de los contratos de Defensa autorizados en el último Consejo de Ministros guarda relación con la recepción de un único lote logístico para prestar apoyo y repostaje a las aeronaves militares cuando operen fuera del territorio nacional. El importe se sitúa en 23,27 millones de euros. Por su parte, el tercero tiene por objeto dar servicio a los motores de las aeronaves del Ejército del Aire. La firma ya se ha realizado con General Electrics para los años 2015 y 2016 por valor de 28 millones de euros.