Medidas especiales para presos especiales. El Ministerio del Interior ha decidido blindar las fichas que de los presos más mediáticos se guardan en el Sistema de Identificación Automatizado (SIA) de Instituciones Penitenciarias. En concreto, el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz ha restringido al máximo el acceso a dichos archivos para evitar la filtración a la prensa de las imágenes que se tomaron a estos reos oficialmente en prisión cuando ingresaron. De este modo, el máximo responsable de Prisiones, Ángel Yuste, quieren impedir que se vuelva a producir lo ocurrido con Luis Bárcenas, cuya foto penitenciaria fue publicada menos de un mes después de su encarcelamiento, lo que provocó que su abogado, Javier Gómez de Liaño, pidiera al juez Pablo Ruz que investigara penalmente el suceso. Fuentes oficiales Instituciones Penitencias declinaron este lunes comentar dicha medida ya que "por motivos de seguridad no facilitamos información sobre nuestras bases de datos".
Además de la foto de reseña, la base de datos SIA recoge la descripción física y un minucioso historial penitenciario de cada preso
El 'blindaje' se aplica en un fichero, el SIA, cuyo acceso ya era restringido. De hecho, en cada centro penitenciario sólo un número reducido de funcionarios tiene asignadas claves personales para consultar dicha base de datos. Según fuentes penitenciarias, éstas son asignadas, además de a los máximos responsables de cada cárcel, únicamente a los funcionarios responsables de la identificación de los reclusos, a los que se encargan del régimen interior del centro y a aquellos que se ocupan de la sección abierta de la prisión, ya que este sistema informático permite un control estricto de los permisos y otros beneficios penitenciarios de los reclusos clasificados en el tercer grado. Sin embargo, con las nuevas medidas de Interior este número de personas autorizadas para consultar las fichas concretas de los internos VIP se ha reducido aún más.
Ahora, Instituciones Penitenciarias ha vetado incluso a la mayor parte de los integrantes de estos tres grupos la posibilidad de ver en las pantallas de sus ordenadores la reseña fotográfica del preso 'mediático'. En su lugar, sólo figura un recuadro en negro, junto al resto de los datos, entre los que está la huella dactilar digitalizada así como una detallada descripción física de cada uno de ellos: talla, color de ojos, pelo, piel y constitución física, además de posibles cicatrices o tatuajes. Todo ello se completa con un minucioso historial de su paso por la prisión que incluye el número de veces que ha sido encarcelado, en qué prisiones concretamente, en qué fechas, las salidas de las que han disfrutado, los permisos, las conducciones ante los jueces y las sanciones recibidas. Todo ello en una exhaustivo registro que comenzó a funcionar en 2007, con la socialista Mercedes Gallizo al frente de Instituciones Penitenciarias.
Fabra y Pantoja, los últimos 'blindados'
Los últimos beneficiados por esta medida han sido el que fuera presidente de la Diputación de Castellón, el 'popular' Carlos Fabra, y la tonadillera Isabel Pantoja. El primero ingresó en la cárcel madrileña de Aranjuez el pasado 1 de diciembre para cumplir una condena de cuatro años por delitos fiscales. La cantante lo hizo el 21 de noviembre en la sevillana de Alcalá de Guadaíra por blanqueo de capitales. El encarcelamiento de ambos se vio sometido a un enorme interés de la prensa, que, sin embargo, sólo pudo captar el momento concreto de la entrada en prisión de esta última. Fuentes penitenciarias destacan que ellos nos son, ni mucho menos, los únicos presos afectados por la medida y que ésta se ha extendido a otros como el expresidente balear Jaume Matas, al antiguo mandatario del Sevilla, el abogado José María del Nido, y, anteriormente, el que fuera máximo responsable de Caja Madrid, Miguel Blesa.
Un funcionario de la cárcel de Alcalá-Meco fue expedientado por Interior por consultar de manera reiterada la ficha de Bárcenas sin causa justificada
El detonante de esta medida no es nuevo, ni mucho menos. Se remonta al 21 julio de 2013, cuando el diario ABC publicó en portada la imagen que se había tomado a Luis Bárcenas en la cárcel de Soto del Real (Madrid) cuando fue encarcelado el 27 de junio anterior. En aquella imagen, se veía al extesorero del PP con chaqueta pero sin corbata y posando junto a la marcas de la pared que reflejaban su estatura. Aquella filtración provocó la airada protesta del que ya entonces era su abogado, Javier Gómez de Liaño. Éste envió un escrito al juez Ruz en el que le reclamaba "practicar diligencias encaminas a averiguar y hacer constar las circunstancias de su perpetración y de la persona o personas responsables" de la filtración. El letrado insistía en que la publicación de dicha imagen podía "ser constitutiva de un delito cometido por funcionario público contra las garantías constitucionales" del derecho a la intimidad y la propia imagen.
La protesta no se quedó ahí y Gómez de Liaño también remitió al Ministerio del Interior un fax dirigido al propio Jorge Fernández Díaz en el que denunciaba la publicación de dicha foto de reseña de Bárcenas. Tras aquel suceso, Instituciones Penitenciarias incrementó las medidas de control sobre quiénes consultaban las fichas del SIA de determinados presos y, de hecho, abrió un expediente a un funcionario de otra prisión madrileña, en este caso de Alcalá-Meco, que según los registros informáticos había visitado en varias ocasiones el archivo que sobre el extesorero del PP figuraba en la base de datos. Según fuentes penitenciarias, este trabajador recibió un apercibimiento de sanción por dicha acción. "Prisiones se encargó de que este hecho se conociera en todas las cárceles como aviso para el resto", señalan las fuentes consultadas. Desde entonces, el número de presos VIP 'blindados' contra estas filtraciones sigue creciendo.