El pasado mes de noviembre la Audiencia Nacional validó como prueba para el juicio de las tarjetas black los documentos de Caja Madrid, aportados por la defensa de los acusados Alberto Recarte y Jesús Pedroche, que ponen en entredicho la versión que el ex presidente de la entidad, Jaime Terceiro, prestó ante el tribunal que juzga el uso de los plásticos opacos.
En dichos documentos se ponía de manifiesto que las tarjetas que se entregaban a los consejeros iban acompañadas de clave secreta o número PIN; algo que Terceiro negó una y otra vez. En concreto, se aportó al tribunal un escrito, fechado el 9 de diciembre de 1988, dirigido a la ex consejera de la caja madrileña "doña Pilar Becerril Roca" donde se decía lo siguiente:
"Distinguida amiga, adjunto me complace remitirle tarjeta de empresa Visa a su nombre a cargo de Caja Madrid. Esta tarjeta tiene un límite de gasto, en concepto de compensación por el ejercicio de su función de Consejera, de hasta 90.000 pesetas mensuales a partir del mes de diciembre. Próximamente, nos pondremos en contacto con usted para hacerle entrega, en la forma que le resulte más conveniente, del número clave secreto (PIN) para poder utilizar la tarjeta en los cajeros".
Sin embargo, según ha podido saber Vozpópuli, Becerril niega de forma rotunda haber recibido dicha carta. La ex consejera ha hecho llegar una misiva a su círculo más cercano, que obra en poder de este periódico, donde explica que ha tenido conocimiento "por los medios de comunicación de que alguna de las defensas de los acusados en el juicio de las tarjetas black han aportado en el juicio oral una supuesta copia de una carta que alguien de Caja Madrid dirigía a mí en diciembre de 1988".
Jamás se me ha facilitado PIN alguno
En su respuesta, Pilar Becerril añade que la "supuesta carta" de Caja Madrid -que "carece de membrete, no tiene pie de firma y la firma es un garabato no legible"- "nunca" fue recibida por ella. Además, la ex consejera afirma que recuerda "perfectamente" que la tarjeta visa de la que dispuso como miembro del Consejo de Administración "no se me envía por carta alguna, ya que me la entregó en su despacho el Secretario General de Caja Madrid en aquellas fechas, D. Ángel Montero, diciéndome que era para uso exclusivo de gastos de representación en los que podría incurrir en mi condición de miembro del Consejo. (…) Jamás se me ha facilitado PIN alguno y, por consiguiente, nunca hice uso de los cajeros automáticos para obtener efectivo".
De la misma forma, la aludida subraya que esa tarjeta visa la dejó de utilizar "el mismo día que vencía mi mandato como miembro del Consejo de Administración de Caja Madrid".
Sin embargo, el documento -al que Becerrril no atribuye ninguna credibilidad- fue cotejado el mes pasado en la Audiencia Nacional. La directora financiera de la Fundación Montemadrid, Eva Cereceda, compareció el pasado 21 de noviembre en la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal y validó los documentos que fueron aportados por el letrado José María de Pablo por la vía del 729.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y que demostrarían que las tarjetas black eran un sistema "de compensación por el ejercicio de la función de consejero". Además, la directiva explicó que esa carta, que ahora pone en entredicho la ex consejera Becerril, procedía del archivo de la Secretaría General de Caja Madrid.
Sin embargo, la principal aludida lo niega. Mientras, en la Audiencia Nacional se celebra al recta final del juicio de las tarjetas black entre duras acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción y las defensas que aprovechan el turno de conclusiones definitivas para convencer al tribunal de la culpabilidad o inocencia de los encausados.