Pedro Sánchez fue investido el pasado jueves con el voto a favor de 179 diputados, 12 más que en 2020. El presidente del Gobierno, sin embargo, no se siente tan respaldado en la calle y ya ha sufrido problemas de seguridad, como en su reciente visita a Málaga. Esa circunstancia, unida a la alerta terrorista de nivel 4 reforzado y a la tensión política, ha provocado que Moncloa active un cuarto anillo de seguridad en torno a él para blindarle.

Así lo confirman a Vozpópuli fuentes próximas al Departamento de Seguridad de Moncloa, el "grupo de seguridad" de Presidencia del Gobierno impulsado en su día por José María Aznar "a imagen y semejanza del existente en Casa Real", que ha visto incrementados sus efectivos de forma escalonada a lo largo de los últimos tres meses: "Desde la vuelta de vacaciones de Sánchez, procedente de Marruecos, se comenzó con el refuerzo, que ha continuado también en estas semanas previas a la investidura".

Los refuerzos, explican estos informantes próximos al servicio de escoltas, están llegando a "niveles insospechados", de tal forma que, a día de hoy, "el Presidente del Gobierno está más protegido que el Rey".

Disturbios, Hamás y Vidal-Quadras

Una circunstancia que justifican desde Moncloa en "la tensión política", tanto a nivel nacional como internacional, a la actual alerta antiterrorista, y a los disturbios en las calles.

En ese sentido, recuerdan que desde el pasado mes de octubre, España está en nivel 4 de alerta terrorista reforzado con "medidas extraordinarias" a raíz de la guerra entre Israel y Hamás y de los ataques terroristas que han sufrido países europeos como Bélgica o Francia.

Además, añaden, en las últimas semanas se han multiplicado las protestas callejeras por el pacto de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes y el propio presidente vivió un "episodio desagradable" en Málaga el pasado 10 de noviembre, cuando quedó "atrapado", junto al canciller alemán Olaf Scholz, en el edificio donde ambos se reunieron con motivo de la Internacional Socialista, cuyo acto previsto para el día siguiente tuvo que ser cancelado por las protestas contra la amnistía.

Finalmente, las fuentes consultadas también recuerdan el tiroteo sufrido por Alejo Vidal-Quadras: "En España, no se disparaba a un político desde la época de ETA. Y eso es un factor a tener en cuenta en la seguridad del Presidente del Gobierno", que tiene "hasta dos Falcon movilizados para cualquier desplazamiento urgente".

Cuarto anillo de seguridad

Desde el entorno del Departamento de Seguridad de Moncloa destacan, en todo caso, que Pedro Sánchez "está preocupado de verdad" y tiene "temor en la calle": "Lo de Málaga le marcó porque le arrinconaron, y la semana pasada publicaron fotos de sus hijas. Por eso, él mismo ha pedido una mayor protección".

Esa instrucción se ha traducido, explican estos escoltas, en la creación de un "cuarto anillo de seguridad" en torno al presidente del Gobierno, que se ha "incorporado" a los "tres anillos habituales".

Las fuentes consultadas explican que el primer anillo es el que se conoce como "de cercanía", con escoltas "pegados" a Pedro Sánchez: "En él, está el jefe de seguridad, el que está junto al Presidente para todo. Y, alrededor, un grupo mínimo de seis agentes en disposición de diamante: uno delante, uno detrás, y dos a cada lado, que pueden reforzarse con más agentes tanto delante como en los laterales". Este primer anillo puede tener la disposición de 'triángulo', 'pirámide' o 'diamante', pero en las grandes aglomeraciones, "siempre se opta por el diamante".

El segundo anillo, añaden, "es el que se despliega antes de que el Presidente se baje del coche" creando un pasillo de seguridad tras una primera comprobación. El tercer anillo, por su parte, lo forman los agentes que se despliegan antes de que llegue el jefe del Ejecutivo: "Es el más alejado. Toma la zona y el perímetro de forma física".

El objetivo de este cuarto anillo es lograr un "efecto disuasorio" entre los posibles manifestantes

Ahora, destacan, "se ha establecido un cuarto anillo, en el que se despliegan uniformados, escoltas y coches de la Policía Nacional y Local". El objetivo de este cuarto anillo es lograr un "efecto disuasorio" entre los posibles manifestantes, para que no se acerquen ni al perímetro de seguridad organizado para blindar al Presidente del Gobierno. Una medida que "parece imprescindible" tras lo ocurrido en Málaga.

Más del doble de coches y efectivos

Este cuarto anillo de seguridad y el refuerzo del número de escoltas "ha multiplicado por dos" el dispositivo habitual. Así, "lo normal" es que el Presidente del Gobierno, en sus desplazamientos, vaya en un vehículo junto al conductor y el jefe de seguridad. Además, "tiene otros tres coches por delante y otros tres por detrás" para cubrirle. A ellos se une el "coche lanzadera", que va unos kilómetros por delante, y el "coche trasero", que va unos kilómetros por detrás.

En total, por tanto, "se solían movilizar 9 coches y cerca de 30 agentes", pero esas cifras se han disparado: "En dos desplazamientos recientes, se llegaron a movilizar 19 vehículos y el número de efectivos también se multiplicó de forma proporcional".

En dos desplazamientos recientes, se llegaron a movilizar 19 vehículos y el número de efectivos también se multiplicó de forma proporcional

Las fuentes consultadas destacan, en todo caso, que la semana pasada no se vieron tantos vehículos para la investidura porque "es diferente ir de La Moncloa al Congreso, donde ya han pasado los TEDAX, la unidad canina, de subsuelo... que desplazarse a otro sitio. Ahí, el despliegue es total. En Málaga, mientras él viajaba en Falcon, los coches iban por carretera".

Sánchez, en todo caso, optó por acceder al Congreso por la calle Jovellanos, la entrada trasera, y no por la Carrera de San Jerónimo para evitar las protestas. "Toda precaución es poca. Y ahora se están tomando todas".

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