Los comentarios de Yolanda Díaz sobre la actuación del Gobierno en las semanas previas al estallido de la pandemia del coronavirus en España han provocado un cabreo monumental tanto en La Moncloa como en el PSOE. El principal reproche que el entorno de Pedro Sánchez hace a la vicepresidenta es que sus declaraciones han tapado por completo los buenos datos de empleo del mes de noviembre, según explican diversas fuentes de Vozpópuli.
No se ha entendido. El Gobierno llevaba días cebando unas cifras históricas para el mercado laboral, que son claves en el mensaje "España va mejor" que Sánchez repite machaconamente para vender la recuperación económica. Los datos así lo han corroborado.
La Seguridad Social ha batido un nuevo récord en noviembre al acumular 19,75 millones de afiliados, lo que se traduce en 61.768 nuevos puestos de trabajo. Además, el paro ha bajado en 74.381 personas (-2,28%), el mayor descenso de la serie en un mes de noviembre, un mes tradicionalmente malo para el empleo.
Díaz entierra los datos de empleo
Sin embargo, una entrevista de Díaz en La Cafetera de Radiocable ha dinamitado casi por completo los buenos números del mercado laboral. Sánchez ha hecho una valoración del empleo en la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Y el PSOE ha sacado a su portavoz Felipe Sicilia para celebrarlo. Pero el foco estaba ya en otra parte.
La vicepresidenta ha dado pistas sobre el nuevo proyecto político que quiere liderar. Pero, sobre todo, ha soltado que ella avisó semanas antes del confinamiento de marzo del 2020 y de la manifestación del 8-M del riesgo sanitario que existía por el coronavirus. Díaz ha asegurado que sus compañeros le tacharon de "alarmista" por adelantarse con la guía que elaboró para las empresas a principios de aquel marzo.
El malestar por este comentario ha alcanzado a la Presidencia del Gobierno, que no entiende como Díaz, que es la ministra de Empleo, tira piedras contra su propio tejado. "No tiene explicación", dicen estas fuentes. El tuit que ha escrito la vicepresidenta matizando sus palabras es la prueba de que ha sido un error, según reconocen desde La Moncloa.
Pacto de no agresión PSOE-Podemos
Los socios de coalición PSOE y Unidas Podemos mantienen un pacto tácito de no agresión en materia sanitaria. Los dos partidos acordaron en su momento no utilizar políticamente la gestión de la pandemia. Y así se ha hecho. Podemos, muy crítico con Sánchez por algunos de sus incumplimientos de sus acuerdos de Gobierno, jamás ha levantado la voz en contra de las decisiones del Gobierno en relación a la pandemia.
Las declaraciones de Díaz han dinamitado esa entente, porque se producen en un momento especialmente delicado después de un otoño de relativa tranquilidad. Los casos de covid-19 auguran una sexta ola de la pandemia en España, que acumula ya incidencia acumulada a 14 días de 234 casos por 100.000 habitantes. Y hay una cierta psicosis por lo que puede ocurrir si los contagios siguen creciendo a la puertas de la Navidad. "Se traslada la sensación de que el Gobierno no sabe gestionar, ni puede controlar este tema, cuando la realidad es que el resto de Europa está peor", admiten a este diario.
Díaz ha vuelto a poner el foco en la polémica manifestación del 8-M de aquel año, considerado un pecado original de Sánchez por gran parte de la oposición. La autorización de esa marcha le supuso una imputación al entonces delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco. La juez acordó el sobreseimiento de la causa al considerar que no había indicios suficientes de la comisión de un delito de prevaricación administrativa.
La juez, eso sí, calificó de "sorprendente" que desde el Ministerio de Sanidad no se alertara a Franco de los riesgos que conllevaba la celebración de actos multitudinarias a comienzos de marzo del 2020. Y citaba que la cuestión del coronavirus había sido "abordada específicamente por el Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón".
