El Gobierno ha decidido poner fin a las ruedas de prensa de los uniformados de la Policía, la Guardia Civil y la Fuerzas Armadas que cada día ofrecían explicaciones sobre sus actuaciones en la crisis sanitaria. Este cambio se produce una semana después de que el portavoz de la Guardia Civil hiciese una polémicas declaraciones sobre su estrategia para "minimizar el clima" contrario del Ejecutivo.
Según ha informado el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, estos responsables técnicos seguirán reuniéndose a diario, pero tan solo comparecerán ante los medios cuando lo determinen sus respectivos ministerios. Lo ha anunciado al término de la rueda de prensa de este sábado y ha indicado que seguirá habiendo explicaciones diarias por parte de los responsables médicos, por lo que Fernando Simón seguirá compareciendo como hasta ahora.
Las declaraciones de la semana pasada del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, generaron una polémica en torno a si un cuerpo policial debe minimizar los mensajes contrarios al Ejecutivo o si eso entra dentro de la libertad de expresión. El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska reaccionó calificando de “lapsus” las palabras del general. Aseguró que entre el trabajo de las fuerzas de seguridad no se incluye la persecución de la crítica política.
Polémicas declaraciones de la Guardia Civil
No obstante, un correo interno de la Guardia Civil daba órdenes por escrito en los mismo términos en los que se refirió el general. José Manuel Santiago tuvo que precisar que se trataba de un error de expresión y que no se refería al Gobierno sino a las instituciones del Estado, también las autonómicas y locales. Y que las fuerzas de seguridad investigan los procesos de desinformación para poder detectarlo y en caso de que sea necesario informar correctamente a la ciudadanía. Insistió en que no se investiga la crítica política.
Estas explicaciones no convencieron a la oposición que solicitó explicaciones en el Congreso. Al mismo tiempo, estas comparecencias de los uniformados estaban generando malestar en diferentes sectores de las fuerzas de seguridad y el Ejército por considerarlas una exposición mediática de riesgo.