Había mucha expectación por la declaración judicial de José Luis Moreno, pero no defraudó. Tres horas de comparecencia repartidas en poco más de 200 preguntas que aprovechó para desligarse del caso Titella, la trama de estafa bancaria por la que fue detenido en junio del año pasado. El empresario se salió del guion al responder a otras preguntas que no fueran las de Fiscalía y su abogado. La mayoría se centró en su entramado empresarial y sus deudas con Hacienda, aunque también hubo tiempo para otras cuestiones, como su relación con Santiago Segura. “Santi y yo somos hermanos”, indicó.
El humorista se refirió al director de cine cerca ya del final de su interrogatorio, cuando el fiscal volvió a tomar la palabra para esclarecer qué grado de participación tenía Segura en la serie ‘Aquí mando yo’. Moreno respondió que le ayudó con la trama y dijo que su intervención en esta producción era “un plus”. Ahora bien, preguntado acerca de si recibió algún pago sobre su participación en estos hechos fue rotundo al asegurar que no cobró nada.
Con todo, no fue el único al que dedicó buenas palabras. También hizo lo propio con otros implicados como Luis Dueñas, su examigo íntimo Martin Mester y hasta el productor Alejandro Roemmers, de quien dijo que es una persona maravillosa pese a haberse convertido en su gran enemigo en esta causa. El interrogatorio se dividió por fases. La primera, más técnica, la dirigió su letrado y se centró en su entramado empresarial así como en sus deudas con el fisco, de las que dijo que había conseguido reducir en un 50% en los últimos tres años.
Su relación con el cabecilla
La segunda la condujo el fiscal de esta macrocausa focalizada en sus relaciones con directivos de TVE, los cuadernos personales destripados por la Guardia Civil y la financiación que recibió para sus producciones. En el último bloque se concentraron la Abogacía General del Estado y los letrados de las diferentes entidades que denunciaron a la red por estafa bancaria. El objetivo era aclarar su grado de participación en la red liderada por Antonio Luis Aguilera y con la que desvió importantes créditos y subvenciones a sus empresas. El humorista comenzó recordando que conoció a este empresario en 2017 cuando buscaba financiación para la serie 'Reinas'.
Según explican a Vozpópuli fuentes presentes en el interrogatorio, el ventrílocuo admitió que le financió algunos de sus proyectos, aunque dijo que nunca sospechó que ese dinero de Aguilera fuera ilícito ni que por aquel entonces le estuvieran investigando en otra causa por hechos casi idénticos. En total consiguió cerca de tres millones de euros, parte de los cuáles invirtió para la serie 'Aquí mando yo'. Según explicó, ello lo devolvió. Ahora bien, dijo que no llegó a saber que empleaba una identidad falsas y documentos ilícitos para ello. Pese a que los investigadores le atribuyen el rol de 'tarjeta de visita' a los bancos, Moreno negó dichas gestiones.
Sí confirmó lo recogido por la Guardia Civil en sus informes acerca de que estuvo un par de veces en una sucursal de Abanca, entidad cuya denuncia dio origen a esta causa. Sobre esto explicó que lo hizo para acompañar a Aguilera y porque la directora de la oficina le quería conocer. Con todo, desligó a sus empresas del entramado que salpica a más de medio centenar de personas y negó que sus empresas las gestionaran testaferros. Dijo que la palabra en sí le ofendía y que no cabían en su vida estas figuras. En concreto, salieron dos nombres a relucir: el de Luis Dueñas y Martin Mester, que ya declaró el 8 de febrero.
"Herencia en vida"
Ambos han levantado la sospecha de los investigadores al figurar como administradores de algunas de sus mercantiles. Del actor checo dijo que le había dejado como "herencia en vida" la sociedad Youmore TV, aunque presumió de haberla impulsado en 2013 para fomentar el negocio por Internet. No obstante, negó irregularidad alguna con los pagos de la compra de una casa en Praga de la que la Guardia Civil sostiene que vendió Mester en agosto de 2021. Moreno dijo que se adquirió para tenerla de sede en República Checa porque era un buen mercado. Dijo que Mester pagó un 50% por la casa y Youmore la otra mitad.
De hecho, explicó que Youmore facturaba unos 700.000 euros y era, por tanto, una de sus fuentes de financiación. La otra los derechos que le llegaban por las series Escenas de Matrimonio y Aquí no hay quien viva y, en tercer lugar, del magnate Alejandro Roemmers. Al respecto argumentó que este exsocio suyo le dejó de pagar en 2021 por la serie que ambos trabajaban sobre la vida de San Francisco de Asís y que ello derivó en impagos con Hacienda. Sobre sus deudas con el fisco dijo que en 2018 era de cinco millones de euros y, en la actualidad, de poco más de tres millones. A la Seguridad Social dijo que le debía poco más de un millón.
Sin dinero en el extranjero
Sobre las teorías que apuntan a que podría amasar un patrimonio oculto en el extranjero de 800 millones de euros, José Luis Moreno lo negó tajantemente. Dijo que si tuviera esa cuantía no hubiera tenido que buscar financiación. Del mismo modo negó que cometiera blanqueo de capitales o que hubiera desviado 2,7 millones de dólares a Las Maldivas encubiertos en un préstamo ficticio más que cuestionado por la Guardia Civil. Al respecto también se le preguntó por una anotación de sus cuadernos personales relativa a la palabra 'Mordidas'. El productor respondió que el nombre correspondía al título de una serie en la que trabajaba antes de que estallara esta causa.
El humorista -que a lo largo de tres horas aludió a su vasta carrera en el sector audiovisual- también confrontó a Roemmers en lo que respecta a los 32 millones prestados para la serie sobre San Francisco de Asís. Frente a la tesis de este magnate argentino, que sostiene que desvió parte del dinero para sus gastos personales, el ventrílocuo insiste en que hay 35 capítulos grabados y que su exsocio sabe que este material existe. Moreno echó más leña al fuego al alegar que la ambición del argentino (citado el próximo 9 de marzo) hizo que se quedaran sin presupuesto. No aclaró, pese a ello, si la serie está terminada.