La Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional envió el pasado 20 de diciembre un comunicado a todas las fuerzas de seguridad locales ya autonómicas para evitar posibles atentados yihadistas en la entonces cercana Navidad. En ella se pedía blindar las zonas de máxima afluencia con bolardos, macetas o barreras tipo New Jersey, algo a lo que los responsables de seguridad catalanes se opusieron de forma permanente. "Claro que se bloquearán, pero cuando se considere que es la mejor manera de proteger a los ciudadanos", según adelantó El Periódico.
Los atentados de Berlín, días antes, o el Niza del verano habían puesto sobre aviso a las autoridades de toda Europa. En cambio, tanto los Mossos como la Ertzaintza se mostraron sorprendidos por lo que consideraron ninguneo del Ministerio de Juan Ignacio Zoido al no tener en cuenta a estos dos cuerpos policiales que tienen competencias en materia antiterrorista.
Para los responsables de los Mossos, las medidas solicitadas por Interior ya estaban en marcha desde el verano de 2016 tras los atentados de Niza. Y las medidas excepcionales se tomaron en espectáculos de afluencia masiva, como conciertos o partidos de fútbol. La frase que el portavoz de los Mossos Xavier Porcuna pronunció en aquel momento, recogida por el rotativo catalán, fue: "No daremos ninguna orden genérica de bloquear todos los accesos". En aquel entonces, aseguró, en Cataluña no se había detectado ninguna amenaza concreta, aunque meses después sí recibieron el aviso de la CIA de que Barcelona, y en concreto Las Ramblas, eran objetivo de los terroristas.
