Movimiento contra la Intolerancia ha pedido hoy al vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, que no defienda la normalización del insulto y le pide que no la confunda con "libertad de expresión".
La organización sostiene que no puede "aceptar" esta normalización pues considera que es una "mala práctica que daña la convivencia, el respeto y el aprecio a otro, imposibilita la tolerancia y daña la calidad democrática de una sociedad".
En opinión de la entidad, "no se debe realizar ni hacia periodistas, ni hacia políticos, ni hacia nadie en ningún ámbito social". Tampoco hay que confundir, según Movimiento contra la Intolerancia, "realizar una crítica, algo legítimo democráticamente, con el insulto, que es ilegítimo por inmoral".
La entidad considera que "el insulto es una acción que ofende, que humilla a una persona, a un semejante que comparte igual dignidad, libertades y derechos y que siempre debe de recibir del prójimo un respeto y aprecio más allá de la discrepancia" y considera que "no se puede defender como libertad de expresión".
"Desterrar el insulto"
Asimismo, sostiene que ninguna organización social que haga suya "la praxis de la pedagogía de la convivencia democrática, de la tolerancia, que trabaje con la infancia, con los jóvenes, con la sociedad en general puede hoy asumir la defensa del insulto que es la puerta de entrada la espiral del discurso de odio y a la evolución a males mayores".
La labor de las entidad, según explican, es "trabajar por no normalizar el insulto, por desterrarlo, por erradicar los malos comportamientos en las redes sociales, por educar a los menores y mayores en el respeto profundo de la dignidad de la persona".
Por ello invitan a Iglesias a que reconsidere su posición respecto a las "malas prácticas del insulto y a considerar que es mejor ser aliados en la solución de las mismas, que ser parte del problema".