Los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y valencianos han desafiado a la presidencia del Congreso al hablar en la tribuna del pleno en sus idiomas propios y aunque se les ha permitido unos minutos de intervención a la mayoría se les ha retirado el uso de la palabra. El pleno del Congreso debate y vota este martes la propuesta de ley de ERC, PNV y el Grupo Plural para reformar el reglamento de la Cámara Baja con el fin de que se pueda hablar las lenguas cooficiales en las intervenciones del pleno, en las comisiones parlamentarias y en los escritos registrados.
La diputada de ERC ha abierto el debate primero en castellano incidiendo en que es una anomalía que en un mismo país se imponga el castellano y no se pueda dar una conferencia en la lengua materna, e inmediatamente después ha pasado a relatar en catalán la "hipocresía de una España plural donde solo existe la España castellana".
El vicepresidente primero de la Mesa del Congreso, Alfonso Rodríguez de Celis, ha tenido que llamar en dos ocasiones la atención a la diputada, que finalmente ha abandonado la tribuna. Una situación que se ha reproducido posteriormente con los diputados de JxCAT, BNG y la Cup, que no han cedido a la insistencia de dejar de hablar en sus lenguas propias.
"Haga un uso lógico y sensato de su lengua, pero para que todos le podamos entender le ruego que utilice el castellano en su intervención", ha pedido el vicepresidente segundo de la Mesa del Congreso que ha reiterado posteriormente que él como andaluz no entiende el gallego y así le ha llamado al orden al portavoz del BNG, Néstor Rego.
Los nacionalistas han denunciado en el pleno en sus propias lenguas que existe una "supremacía" del castellano y una "intolerancia" y que "la España plural no existe". Sin embargo, algunos portavoces como el del PDeCAT, o el del PNV y EH Bildu han preferido intervenir haciendo una traducción simultánea de sus argumentos.
Mertxe Aipurua de Bildu ha criticado que las lenguas cooficiales sean "invisibles" y que en el Congreso solo se acepten frases cortas, mientras que el diputado del PDeCAT Ferran Bel ha señalado que lo normal sería que los servicios de la cámara hicieran traducción simultánea "y estaríamos todos contentos".
"No hacerlo es no aceptar que están viviendo en un Estado plurinacional y si alguno piensa que hablar catalán, esukera u otras lenguas ya se puede hacer en el Senado yo les digo que es un error. Convertir al Senado en una cámara folclórica no le hace ningún favor".
Desde el PNV, el diputado Joseba Aguirretxea ha criticado en castellano y en euskera a los "que dicen que son lenguas españolas y no hacen nada para que lo sean" porque les puede el instinto de "prevalencia del castellano", al tiempo que la diputada de JxCAT, Mirian Nogueras, ha recordado que el artículo 3 de la Constitución dice claramente que el uso del castellano es un derecho y no es una obligación.
"Si aquí en el Parlamento español no cabe nuestra lengua tampoco cabemos nosotros", ha recalcado en catalán.
El hemiciclo se ha convertido durante una hora en la Torre de Babel, el escenario de casi todas las lenguas cooficiales y dialectos de España, ya que también el diputado de Compromís Joan Baldoví se ha dirigido en valenciano a los diputados mientras el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha reivindicado el valor de las lenguas en fabla aragonesa.
"España es un país de países y eso le hace mejor, en nuestro país se habla muchas y hermosas lenguas", ha dicho en ese dialecto de Aragón, minutos antes de que la diputada de Asturias Sofía Castañón interviniera en bable y dijera que las lenguas no confrontan. Todos los nacionalistas apoyados por Unidas Podemos han reivindicado la riqueza de las lenguas frente al PP, Vox y Cs que han argumentado que la imposición viene de los nacionalistas y no del castellano, que buscan separar a ciudadanos de primera y de segunda. Además han avisado de que implantar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso supone un elevado coste en tiempos de crisis.