Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido popularmente como el 'pequeño Nicolás' sigue su periplo por los juzgados españoles. Su última visita al estrado le ha llevado ante la sala de lo Penal número 16 de Madrid por declarar que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tenía su intervenido su teléfono móvil, y que 'pinchaba' el de cualquier ciudadano que supusiese un peligro para el Estado.
El juicio se suspendió el pasado 31 de enero a la espera de la realización de un informe psiquiátrico, y que buscaba declarar al joven como inimputable. Tanto el presentado por la defensa como por los médicos del instituto forense de los juzgados han dictaminado que Gómez Iglesias sufre un trastorno de la personalidad de carácter narcisista que "se inició en la adolescencia por la necesidad de tener una autoimagen importante" y que fue agravado por el "entorno" en el que se movía.
"Quiero decir que soy de una familia de tradición militar y que siempre me han enseñado a respetar las instituciones. Me pongo a su disposición para retractarme de la maner que quieran", se ha diculpado Gómez.
La Abogacía del Estado, en representación del CNI, que presentó la querella, ha pedido que sea condenado por delito de injurias graves a la institución a 180.000 euros. Sin embargo, el letrado del Estado ha estimado que, si el juez aprecia el trastornode personalidad como un atenuante, la multa se quedase entre 72.000 y 108.000 euros. Estas cantidades se justifican, según el abogado, por los 228.571 euros de ganancias que habría btenido el 'pequeño Nicolás' de su participación en distintos programas de televisión.
Por su parte la fiscal ha solicitado 5.400 euros de multa al considerar que se trata de un delito de calumnias con publicidad.
Grabación del CNI
Las palabras que ahora se juzgan las pronunció Francisco Nicolás en una entrevista a el diario 'El Mundo' y al programa de Telecinco 'Un tiempo nuevo'. En sendas declaraciones afirmaba que el CNI tenía intervenido su teléfono, y se basaba en una grabación entre agentes del centro de inteligencia y del anterior jefe de asuntos internos de la Policía Nacional, Marcelino Martín Blas.
Un informe pericial del cuerpo ha concluido que no se puede determinar la autenticidad de la grabación, que se realizo tras una llamada al móvil de Martín Blas y que posteriormente se recogió con una grabadora, y que hay partes que son inteligibles.
La comparecencia del comisario se esperaba este 24 de abril junto a la del ex número dos de la Policía, Eugenio Pino. Ninguno de los dos se ha sentado enfrente del juez finalmente porque ni la defensa ni la acusación particulr y tampoco la Fiscalía lo han visto necesario.