Inés, una niña de once años que tarda un poco más de lo habitual en procesar la información que recibe, cogió las maletas para ir a un campamento de verano en las instalaciones de Aldeaduero (Salamanca). Días más tarde, se ha visto obligada a abandonar tras las quejas de familias de otras pequeñas que participaban en el mismo.
Las buenas experiencias de los dos años previos en otros campamentos animaron a su familia a que, en esta ocasión, se apuntase a uno especializado en mejorar los conocimientos de inglés, pero no pasó del segundo día, según la información de la Cadena Ser recogida por Europa Press.
Tanto la madre de Inés, Carolina Gómez, como la niña y su familia estaban muy ilusionados con esta nueva experiencia en Aldeaduero, pero una llamada la primera noche ha supuesto que la menor ya no esté allí, ha explicado en declaraciones a Europa Press.
Sus padres fueron a buscarla de urgencia
De urgencia, sus padres han tenido que ir a buscarla y llevarla junto a sus abuelos paternos en Barcelona, después sus progenitores han cogido de nuevo el tren con dirección a Madrid, donde Inés vive y a donde va a un colegio con otros niños con necesidades educativas especiales, para continuar con su labor profesional.
Según ha explicado su progenitora, la niña acude dos semanas cada verano, desde 2017, a un campamento. En esta ocasión, ha señalado que informó a los organizadores de cómo es Inés y cuáles son capacidades y que no hubo impedimento alguno para su incorporación.
Sin embargo, el mismo día de la llegada, la madre de Inés recibió una llamada por la noche para explicarle las quejas de los progenitores de las compañeras con las que la menor compartía habitación.
No quisieron cambiarla de habitación
Por ello, su familia pidió que la pusiesen con otras niñas, pero la empresa responsable, que no ha respondido a la petición de información por parte de Europa Press, no accedió a ello.
Ante ello, sus padres, y después de otras conversaciones en la jornada del sábado, viajaron a las instalaciones de la provincia de Salamanca para recoger a Inés, quien ya se encuentra en Barcelona, y estudian si denunciar a la entidad organizadora de este tipo de campamentos para aprender inglés, con sede en Madrid.
Por otra parte, Carolina Gómez, tras reconocer que Inés está "muy dolida" por lo sucedido, ha agradecido las muestras de cariño al conocerse lo ocurrido y, en cuanto a un campamento de la sierra de Madrid que se ha ofrecido para contar con la menor en sus actividades, ha querido mostrar su satisfacción por la propuesta pero ha señalado que la niña, una vez que ya está en Barcelona, se quedará allí junto a sus abuelos y sus primos.