La falta de personal de la Guardia Civil en las Islas Baleares es un problema reconocido por los mandos. Los agentes no ven atractivo este destino donde tienen que hacer un alto desembolso económico por el coste de la vida en estos puntos. La solución que plantea la Dirección General del Cuerpo es implantar un complemento retributivo para frenar las carencias en el acceso a la vivienda en la zona. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado realizan informes sobre las posibles incidentes para que se establezcan las medidas necesarias para seducir a estos funcionarios.

El Gobierno es consciente de la situación que padecen en las Islas Baleares tanto Policía Nacional como Guardia Civil. A pesar de los nuevos ingresos la cobertura de los puestos de trabajo "no depende únicamente del número de vacantes publicadas en los diferentes concursos, sino también de la solicitud de los posibles peticionarios interesados", remarcan en una respuesta parlamentaria.

Una monitorización de las plantillas

Para detectar esta problemática, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se realiza una monitorización continua de la distribución de los efectivos, elaborando informes y estudios sobre la situación y las posibles incidencias. El Gobierno recalca que se utilizan las conclusiones obtenidas, junto a las necesidades operativas que existan, en los criterios de la distribución que se realiza en las convocatorias de los distintos concursos generales, previa aprobación y siguiendo la política en recursos humanos.

Asimismo, por parte de los escalones de mando de la organización periférica de las FCSE, dentro de sus funciones de dirección, apoyo, coordinación e impulso de los servicios, se reorientan y adaptan permanentemente los mismos a las necesidades. Para ello se lleva a cabo una "planificación en aras a conseguir un uso eficiente y de optimización de los recursos disponibles, tanto humanos como materiales".

Un "complemento retributivo"

A pesar de todo ello, desde el Gobierno se reconoce que la Dirección General de la Guardia Civil "no es ajena a las dificultades existentes" en la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares tanto en lo que se refiere al "acceso de vivienda en alquiler, como a la limitación de alojamiento" respecto a la oferta hotelera. Un caso que ya se está estudiando en profundidad para hacer esta vacantes más atractivas para el personal.

Entre las medidas que se estudian implantar está la de un "complemento retributivo" que permita facilitar el hospedaje de estos agentes en la zona. De forma paralela, el Ministerio del Interior ha constituido un Grupo de Trabajo para estudiar esta situación, tanto por razones operativas como derivadas de otros factores socioeconómicos, de determinados territorios que pudieran comportar actuaciones compensatorias para los funcionarios destinados en las mismas.

La ciudad donde ningún guardia civil quiere ir

Cabe recordar que Sant Josep de Sa Talaia (28.813 habitantes) tiene el dudoso honor de ser la ciudad de España con más vacantes en el puesto de la Guardia Civil. El concurso de movilidad del Instituto Armado reflejó que esta instalación tiene libres 16 funcionarios. El precio de la vida en Baleares o la falta de incentivos son algunas de las desventajas de una zona que está masificada y donde la carga de trabajo la suelen llevar agentes en prácticas.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) señalaron que existen varios factores para que Sant Josep no sea un destino atractivo y muchos de ellos se pueden ampliar a toda Ibiza. "El primero de ellos es el precio de la vivienda que está por las nubes en todo Baleares. Estamos abandonados de la mano de dios y nadie nos hace caso", denuncian.

Otro de los factores es el complemento de insularidad. En Mallorca se paga un incentivo extra de 69 euros al mes para los agentes, una cantidad que se amplía en torno a los 86 euros si el destino es Ibiza. Una cifra que no completa, como es su objetivo, el alto nivel de vida que se 'sufre' en la isla.

Problemas para la Guardia Civil

Al hilo de esto, la asociación de guardias civiles solicitan que se realicen estudios de vivienda para actualizar estas bonificaciones. "Siempre ha sido un sitio de paso de los agentes que están recién salidos de la academia que en periodo de prácticas acaban en Ibiza. Como no tienen arraigo, después se marchan a otros puestos", explican.

La falta de plantilla en este puesto hace que los turnos no estén instaurados ,lo que complica también la estabilidad familiar. Y es que con tan poco agentes programar los horarios se hace completamente imposible para los mandos.

Todos estos factores suponen una merma en la seguridad de la localidad, al igual que en el resto de la isla. En verano los agentes tienen que estar muy pendientes del menudeo de sustancias estupefacientes. "Si no tienes gente no puede ni evitarlo con la presencia policial", lamentan.

Una plantilla estancada

Precisamente, la queja de la AUGC tiene como foco que se está potencias las especialidades del Instituto Armado, algo que agradecen, pero dejando de lado la seguridad ciudadana. "Es la pescadilla que se muerde la cola", critican.

De igual manera, la población de Sant Josep se ha incrementado en los últimos años, mientras que la plantilla de la Guardia Civil en Ibiza se ha estancado en los últimos 15 o 20 años. A ese factor hay que sumarle la llegada de turistas en la época estival y el control de los aeropuertos internacionales. "Los agentes hacen lo que pueden", resumen desde AUGC.

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