España

Un baile "grotesco" y un batacazo electoral de la izquierda: así se fraguó la caída de Oltra

La exvicepresidenta valenciana, primer referente de Yolanda Díaz, cede a la presión y pone fin a su etapa para no perjudicar ni a su Gobierno ni a la líder morada en Moncloa

  • Mónica Oltra el día que anunció su dimisión -

Cuando la ya exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra se puso a bailar el sábado pasado en un acto de su partido para engrasar la maquinaria electoral "hacia el tercer pacto del Botánico", a su compañero Joan Ribó, alcalde de Valencia, le trasmutó la cara. Su rostro era un poema. No entendía cómo Oltra, imputada 48 horas antes por encubrir un caso de abuso sexual a una menor tutelada perpetrado por su entonces marido, podía caer tan bajo.

Prácticamente, la segunda del Gobierno valenciano se puso a bailar sobre su propia tumba política, cavada por su propio partido. La dirigente de Compromís se va para "no comprometer el proyecto de cambio que la Comunidad Valenciana comenzó en 2015", pero según ha sabido este diario, fue su partido el que se revolvió contra ella tras un acto "grotesco" al son de música valenciana y terminó retirándole su apoyo hasta el punto de que ha pasado de la obcecación por mantenerse al frente de la vicepresidencia a asimilar su adiós. No obstante, quienes la conocen advierten de que Oltra si queda exonerada por la Justicia "volverá". Y con más fuerza.

Pero a Oltra, primer referente de la líder de Unidas Podemos en Moncloa, Yolanda Díaz, también le ha pesado el batacazo electoral de la izquierda en Andalucía. Las fuentes consultadas reiteran que su caída es una cuestión estricta de política valenciana, pero tampoco niegan que el contexto electoral del PSOE y, sobre todo, de "lo que represente Yolanda Díaz", en palabras de Pedro Sánchez, es muy adverso tras la mayoría absoluta del PP de Juanma Moreno. "No podía mantener la imagen de la derecha arrasando y ella bailando", explica una fuente de peso en 'Yolandismo'.

El 'efecto' andaluz

El primer experimento de frente amplio en la izquierda se saldó con un golpetazo morrocotudo en las urnas que deja tras de sí un reguero de traiciones, peleas y cuitas internas entre los partidos del espacio. Díaz, consciente de lo delicado del contexto, evitó entrar en el cuerpo a cuerpo respecto a Oltra. Su entorno se quitó este martes el muerto de encima reiterando que su "proceso de escucha" no va ni de partidos ni de personas. Es más, dio a entender que el próximo 8 de julio, el día que arrancará 'Sumar', no habrá ni un solo rostro político haciendo de protagonista.

Pese a todo, a la exvicepresidenta valenciana le ha costado irse, porque sigue convencida de que la causa en la que está inmersa es una cacería política, judicial y mediática orquestada por la derecha y la extrema derecha para hacerle daño a ella y a su Gobierno. Pero de lo que no parece haberse enterado es de lo "insostenible" de su situación. Y es que el baile de marras no solo irritó a los suyos. El presidente del Gobierno valenciano, el socialista Ximo Puig, la echó a los leones con contundencia: "Yo no estoy para fiestas". La relación se ha enfriado tanto que Oltra no ha comunicado previamente a Puig su decisión, según el entorno del presidente valenciano.

Fuentes del Gobierno valenciano precisan que la salida de Oltra "está en línea" con la "reflexión colectiva" que Puig había pedido. Y zanjan: "Respetamos la decisión de la vicepresidenta, reconocemos su figura y le agradecemos el trabajo realizado. El Consejo seguirá trabajando por el futuro y el progreso de los valencianos". La salida de Oltra promete calmar las tensas aguas de Compromís, aunque otro de sus rostros más reconocidos, su diputado en Madrid Joan Baldoví, se ha atado al futuro de la exvicepresidenta con su apoyo sin fisuras.

Los apoyos

En verdad, a Oltra le han venido guiños de la izquierda. Desde Más Madrid y Más País, a través de Mónica García e Íñigo Errejón. Y también desde Podemos a través de su secretaria general, Ione Belarra. Los principales dirigentes de estas fuerzas la han arropado en Twitter y han coincidido en destacar su "valentía" y "generosidad".

Solo la vicepresidenta segunda guardó un calculado silencio hasta ultima hora. El entorno de Díaz no entra a valorar procesos judiciales en marcha. Pero la imputación de Oltra es un obús directo al equipo electoral de Yolanda Díaz, quien arropó a la líder valenciana hace cerca de un mes. Díaz intenta hilar fino, porque cuando vinculó a Oltra con su proyecto el pasado mes de noviembre provocó un terremoto en las tranquilas aguas de Compromís, una coalición dividida ante la integración en la amalgama que cocina la 'dama roja'. Pese a todo, Díaz tambi aprovechó la ventana de Twitter para respaldar a Oltra.

Las fuentes consultadas señalan que en la coalición valenciana comenzaron a aflorar dudas acerca de la idoneidad de concurrir a un proceso electoral o a cualquier tipo de integración en los planes Yolanda Díaz una candidata imputada. Y es que cabe recordar que un sector de la coalición de Compromís veía con recelo los pasos de Oltra para converger con la vicepresidenta segunda, que tiene en los valencianos uno de sus “grandes retos”.

Los tres partidos que la integran están cerca de una ruptura de cara a las elecciones generales de 2023.  Més Compromís —el antiguo Bloc Nacionalista Valencià— no ve con buenos ojos diluirse con la titular de Trabajo por las implicaciones de compartir cartel con Podemos, un partido que les genera desconfianza y con el que no se entienden del todo por cuestiones ideológicas. De momento, con Oltra fuera, ese sector puede ganar peso.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli