¿En qué gastar el dinero cuando se ganan 52 millones de euros al año? Los hermanos Álvaro y Artemio López Tardón, presuntos cabecillas de una red de tráfico de cocaína desmantelada hace ahora un año dentro de la Operación Colpaso-Edén, lo tenían claro: inversiones inmobiliarias, juergas semanales con prostitutas, caprichos estrambóticos, vehículos de alta gama, operaciones de cirugía estética y la compra de obras de arte. El Grupo 24 de la Brigada de Blanqueo de Capitales entregó hace escasas semanas al titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, que instruye la causa contra ellos, un detallado informe de las finanzas de los dos hermanos tras analizar con detalle centenares de cajas llenas de documentación intervenida y un sin fin de gigas de información que contenían los equipos informáticos de ambos. De su estudio, los agentes llegan a la conclusión de que sus ingresos fruto supuestamente del narcotráfico le permitían no sólo acumular un inmenso patrimonio, principalmente inmobiliario, sino también disfrutar de los más estrafalarios caprichos, como intentar adquirir un leopardo vivo, o, incluso, comprar un cuadro de Diego Velázquez para blanquear parte de sus beneficios.
Uno de los hermanos quería comprar una vivienda de 20 millones de euros en el exclusivo barrio de Miami donde residen Madonna y Will Smith
El amplio informe, al que ha tenido acceso Vozpópuli, se redacta precisamente después de que los responsables de la investigación encontraran documentación relativa a la posible adquisión del cuadro del pintor sevillano titulado 'El Almuerzo' en el despacho del abogado de los dos hermanos. Las pesquisas sobre el mismo, adelantadas recientemente por la revista Interviú, han permitido a la Policía llegar al supuesto vendedor, un empresario que supuestamente debía una importante cantidad de dinero a los López Tardón, pero no le ha permitido llegar hasta la obra de arte, ya que la misma, tras llegar desde Ginebra a Madrid, ha desaparecido. Los investigadores, que están convencidos que su adquisión tenía como único objetivo blanquear dinero hasta ahora oculto en paraísos fiscales, sospechan que el mismo terminó saliendo de España y que, actualmente, está en manos de otra organización delictiva, en este caso encabezada por ciudadanos bosnios. Entre la documentación que se encontró sobre la compra venta del cuadro había un peritaje de la empresa Melevich Isci, con sede en Madrid, que lo tasó ya en el año 2006 en 62 millones de euros, 38 millones más que lo que se recogía en el contrato de adquisición por parte de los López Tardón.
El documento policial, sin embargo, no se detiene sólo en el cuadro de Velázquez y detalla hasta once indicios sobre otros supuestos artificios empresariales y contables puestos en práctica por los presuntos narcotraficante detenidos para invertir y gastar los grandes beneficios que obtienen con el tráfico de droga. Así, por ejemplo, detallan que "el patrimonio atribuible a la familia López Tardón no ha hecho sino experimentar un incremento exponencial en los últimos años" y detalla que sólo los inmuebles adquiridos en España poco antes de su detención "pudieran tener un valor de mercado próximo a los 8 millones de euros". En este sentido, destaca que, por ejemplo, un chalet de Villaviciosa de Odón, una localidad residencial de los alrededores de Madrid, fue adquirido haciendo reflejar en la escritura como valor únicamente 700.000 euros, cuando los expedientes le atribuyen en realidad un precio de mercado de 2 millones de euros. "Examinando el procedimiento de adquisición de algunas de estas propiedades, existían datos fechacientes que nos sugerían la existencia de pagos en dinero negro sustanciales", recogen los expertos policiales como conclusión.
Trece propiedades en Miami
De hecho, el informe detalla decenas de propiedades inmobiliarias a nombre de familiares o de empresas de los dos hermanos, pero no sólo en España. En EE.UU., donde residía desde hace años Álvaro López Tardón y donde se encuentra actualmente encarcelado, las autoridades judiciales de aquel país han localizado trece propiedades inmobiliarias, la mayoría situada en las más caras zonas de Miami, y adquiridas a través de sociedades interpuestas. Álvaro, incluso, le había echado un vistazo a una propiedad valorada en 20 millones de euros en la archifamosa Star Island de esta ciudad, donde residen celebridades del cine, la música y el deporte como Will Smith, Silvester Stallone, Lenny Kravitz, Madonna o Shaquille O’Neal. Además, la Policía tiene constancia de que habían adquirido varias propiedades inmobiliarias más en Bogotá (Colombia). La mayoría de ellas pagadas con dinero en efectivo que la trama le hacían llegar mediante testaferros a sus cuentas en bancos americanos.
Los últimos trabajos legales de ambos se remontan a los años noventa. En 1998 adquirieron el primer piso de su inmenso patrimonio inmobliario
Y todo ello, según destacan los policías, con la "inexistencia de negocios o actividades lícitas que justifiquen ese aumento patrimonial". De hecho, el informe detalla que Álvaro López sólo trabajó legalmente entre 1991 y 1993 en una empresa pública de empleo. Luego, "desapareció" hasta que en 2003 su nombre volvió a aparecer a efectos fiscales vinculado a empresas que "en la práctica han sido utilizadas para encauzar capitales que presumimos ilícitos". La vida laboral del otro hermano, Artemio, tampoco es mucho más amplia. Comenzó a trabajar en 1989 como dependiente en una carnicería de barrio para desaparecer poco después. En 2006, como Álvaro, su nombre volvió a aparecer para Hacienda, también vinculado a empresas. Antes, la única referencia que hay de sus actividades económicas fue la adquisición, en marzo de 1998, de una vivienda en la calle Prunos de Madri, que la Policía considera como el primer ladrillo de su inmenso patrimonio inmobiliario.
Los agentes incluso dedican un amplio capítulo del informe a los "signos externos de riqueza" que, en su opinión, son un indicio más de la procedencia ilícita de sus ingresos. Así, por ejemplo, se detalla que Álvaro López Tardón tenia debilidad por ‘quemar’ literalmente la tarjeta de crédito en su refugio de Miami hasta llegar a un nivel que los policías llegan a asegurar que “raya el paroxismo del lujo”. Era buen cliente de tiendas como Gucci Store y Polo Sport, pero sobre todo de Gabana, donde en sólo dos visitas gastó más de 11.000 euros. Además, presumía de tener una autocaravana valorada en 97.000 euros, un barco, varios coches de lujo, una moto de agua… y, aún así, le parecía poco. De hecho, poco antes de ser detenido la Policía interceptó conversaciones telefónicas suyas en las que hablaba de su deseo de adquirir un yate de más de 14 metros de eslora y un leopardo como mascota.
Siete prostitutas para Nochevieja
Sobre Artemio, la Policía ha constatado la “muy frecuente” contratación de prostitutas de lujos, a veces “dos a la vez” y varios días a la semana. Su máximo dispendio en este sentido llegó un día de Nochevieja, cuando decidió comerse las uvas con siete chicas. Tampoco reparaba en otros gastos más ‘cotidianos’. Facturas de teléfono de 1.300 euros al mes, 800 euros por conectarse a Internet cuando fue de viaje a EEUU, e ir y venir a Ibiza a todo lujo, siempre en bussiness y hoteles de lujos, y pagando los gastos de acompañantes. Incluso en la vivienda donde residía en Madrid, un chalé unifamiliar con varios zulos en los que escondía 24 millones de euros envasados al vacío, no reparó en gastos para tenerlo a la última: sólo en jardinería pagó en cierta ocasión 17.000 euros.
Sus movimientos monetarios eran tan escandalosamente anómalos, que cinco entidades bancarias alertaron a la Policía
A Artemio, que sufrió un ajuste de cuentas del que salió vivo, también gastaba en su aspecto físico: pagó 4.800 euros en metálico a un cirujano plástico. Aunque en este aspecto, su hermano Álvaro se llevaba la palma. Aparte de ‘ponerse’ abdominales o arreglarse los glúteos, se gastó 120.000 euros en una operación también de estética para la esposa de su ‘gurú’ espiritual, el que le decía supuestamente cuando debía emprender o no el envío de un cargamento de cocaína a España en virtud de ciertos ritos de santería. Tan generosa era con este gurú, que además le regaló dos Mercedes Benz y un millón de euros en metálico.
El informe policial destaca que sus movimientos monetarios eran tan escandalosamente anómalos que al menos cinco entidades bancarias con las que trabajaban (Santander, BBVA, Banco Popular, Banco de Madrid y Bancaja) alertaron a la Policía de sus sospechas sobre las mismas. "Como consecuencia de su 'comportamiento financiero' han sido expulsados de varias entidades [...]. Las observaciones telefónicas ponen de manifiesto cómo los empleados de algunas sucursales llaman a Artemio López para que dé explicaciones por las operativas de algunos de sus testaferros que han abierto cuentas habiendo sido presentados por él porque parecen plataformas de blanqueo según los directores de sucursal", destaca los agentes. Pese a ello, los dos hermanos siguieron actuando a través de "sociedades ficticias", algunas en paraísos fiscales, y un sin fin de testaferros y operaciones financieras tan sospechosas como cuantiosas. Todo para, supuestamente, blanquear los 52 millones de euros que, como presumía el propio Álvaro López Tardón, llegaron a ganar en 2010. Un inmenso capital que les permitía seguir ampliando su patrimonio inmobiliario, sufragar costosas fiestas privadas, aspirar a comprarse un leopardo o, simplemente, comprar todo un Velázquez por 24 millones de euros.