El secretario general del PSOE y el líder de Podemos mantuvieron este miércoles una conversación telefónica en la que abordaron los principios básicos que regirán los posibles acuerdos entre ambas fuerzas políticas a nivel municipal y autonómico. Según fuentes socialistas, el primero parte de la voluntad mutua de conquistar todas las presidencias autonómicas y ayuntamientos que la izquierda tiene al alcance de la mano, a partir de los resultados obtenidos el pasado domingo en España. El segundo deriva de la necesidad de acordar un paquete de medidas para combatir la corrupción que demuestre a los ocho millones largos de electores que han apoyado al PSOE y a Podemos en estos comicios que no se trata de un simple reparto de poder, sino de una ofensiva encaminada a regenerar la vida pública y, de paso, ayudar a los ciudadanos más castigados por la crisis.
PSOE y Podemos intentarán evitar dar la imagen de un simple reparto de poder
Hay dirigentes del PSOE que, con el visto bueno de Sánchez, ya han abordado de manera informal con algunos cabecillas de Podemos el perímetro de los posibles acuerdos. Pero el problema para concretarlos de forma tan rápida obedece a que los socialistas han convocado para este sábado un comité federal en el que todos los barones territoriales, salvo quizás Susana Díaz, están llamados a retratarse y a opinar sobre los pasos a seguir. La presidenta andaluza en funciones es posible que no acuda a esta reunión. Cuando este comité haya escenificado un cierre de filas con el secretario general en torno a la agenda de los próximos meses, Sánchez dará el paso de reunirse personalmente con Pablo Iglesias, según fuentes socialistas.
De la foto del 24-M se desprende que Podemos será la formación que finalmente decante el color de los gobiernos de la comunidad valenciana, donde la presencia de Compromís complicará el acuerdo, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Baleares, Navarra y Asturias. Solo este último territorio estaba hasta ahora gobernado por el PSOE. Es muy posible que, al final, las dos formaciones se presten a un cambio de cromos, teniendo en cuenta que los socialistas pueden abrirle a Podemos y a sus organizaciones satélites las puertas de ayuntamientos tan importantes como los de Madrid, Valencia o Zaragoza.
Pedro Sánchez también se reunirá la semana que viene con Albert Rivera
En cambio, Ciudadanos será más decisivo en la comunidad de Madrid, Castilla y León, Murcia y La Rioja. Para evitar la imagen de que solo juega en un solo bando, Pedro Sánchez también ha mantenido una conversación telefónica con Albert Rivera y es muy posible que se reúna con él la semana que viene. En este caso, el PSOE juega con desventaja ya que en la recta final de la pasada campaña electoral disparó una ofensiva para identificar a Ciudadanos con la marca blanca del PP, una táctica que tuvo éxito y le fue bastante rentable, pues frenó el voto a la formación de Rivera, de forma considerable, en comunidades claves como Madrid y Castilla-La Mancha, facilitando su trasvase al Partido Socialista.
El PSOE es consciente de que Pablo Iglesias va a evitar que los acuerdos postelectorales tengan alcance nacional e impliquen la formación de gobiernos de coalición que supongan un lastre para Podemos en su objetivo de conseguir la mayor representación posible en las futuras Cortes Generales.