La Guardia Civil ha retomado este martes el rastreo de la vivienda y de la finca en Tenerife de Tomás Antonio G.C., el padre de Olivia y Anna, desaparecidas hace 21 días, con la ayuda de dos perros adiestrados en la búsqueda de restos biológicos, informaron a Efe fuentes de la investigación. Entre lo hallado, habrían encontrado tierra removida y bolsas de plástico, según 'El Confidencial'.
En la primera jornada de búsqueda en la vivienda, situada en Igueste de Candelaria, no fue hallado ningún vestigio de relevancia para la reconstrucción de las horas previas a la desaparición del padre y sus dos hijas, que el juzgado instructor investiga como un presunto delito de secuestro.
Sin embargo, el digital ha informado de que los agentes encontraron platos sucios, suelo sin barrer, ropa tirada por el suelo y el baño sucio pero hubo dos detalles que llamaron más su atención.
El primero, un paquete de bolsas de tamaño de jardín en el que faltaban varias. El segundo ha sido que, a pesar de que el terreno está muy descuidado, con mucha mala hierba, una zona concreta de la finca presentaba tierra removida recientemente, que se va a terminar de analizar estos días.
La previsión de la Guardia Civil, según las mismas fuentes consultadas por Efe, es rastrear mañana, miércoles, con la ayuda de los perros el coche de Tomás Antonio G.C. y su embarcación.
Las cámaras de seguridad de la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, lo registraron entrando solo con su coche en estas instalaciones a las 21.30 horas y un vigilante de seguridad lo vio descargar en su embarcación varias maletas y bolsas.
La Guardia Civil tiene previsto incorporar en breve a las labores de búsqueda en el mar un sonar y un robot submarino cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.
Tras una primera incursión en el mar, la Guardia Civil lo propuso para sanción por infringir el toque de queda, entonces fijado en Tenerife a las 23.00 horas, y en la inspección de la lancha no vio nada sospechoso.
Se le perdió el rastro
Por entonces la madre aún no había denunciado la desaparición de las niñas. Luego, el padre se hizo otra vez a la mar y se le perdió definitivamente el rastro. Su embarcación fue localizada horas más tarde, vacía y a la deriva, frente al Puertito de Güímar.
En las inmediaciones, el dispositivo de búsqueda encontró flotando en el mar una silla de retención infantil perteneciente a una de las niñas.
La Guardia Civil tiene previsto incorporar en breve a las labores de búsqueda en el mar un sonar y un robot submarino cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.