Cinco años de trabajo. Cuarenta entrevistas grabadas. Y más de 26.000 documentos consultados. El resultado de todo eso es el primer volumen del proyecto de investigación Historia y Memoria del Terrorismo en el País Vasco. Es la primera parte de una trilogía que alumbran el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda y el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. Es, por tanto, el tomo que inicia la enciclopedia definitiva sobre qué fue y qué provocó ETA, amén de sobre otras formas de terrorismo que se produjeron en esta comunidad autónoma.
Este es un trabajo ambicioso. Porque aspira a ser el libro que mejor retrate todo el terrorismo que se ha vivido en Euskadi. Es obvio que la mayor parte de esta siniestra historia está protagonizada por ETA, pero también por otras organizaciones terroristas que actuaron en la comunidad. No quiere decir esto que sea un libro equidistante o que equipare "violencias" o que se adentre en "la teoría del conflicto". Sólo es que está basado en los hechos puros y duros, gusten a quien gusten. Historia para hacer memoria.
El coordinador de estos trabajos es José Antonio Pérez, profesor de la UPV e investigador del Instituto Foronda. En una entrevista para El Mundo publicada el pasado fin de semana, Pérez recordaba que "en el País Vasco, ETA no fue la única organización terrorista, pero sí fue la responsable del 92% de los asesinatos políticos que se cometieron". En cambio, el 7% restante corresponde a bandas de extrema derecha o del ámbito parapolicial entre los años 1975 y 1981, así como a los GAL entre 1983 y 1987.
El apoyo social
"La desproporción es grande, pero hay otra diferencia -rememoraba Pérez-. Mientras estos últimos no tuvieron nunca ni proyecto político ni respaldo social, ETA gozó de un apoyo, a través de Herri Batasuna, de entre 150.000 y 200.000 personas. Y todos los viernes, en las grandes capitales del País Vasco, oíamos a decenas de miles gritar '¡Gora ETA!' y '¡ETA mátalos!'. Nunca hubo nada parecido en el ámbito de los otros terrorismos". Ese apoyo social es lo que causa esa suerte de lucha de relatos sobre ETA que se vive desde hace años.
Antonio Rivera explica que en el libro se cuenta una historia “hecha por historiadores y no por víctimas”, si bien estas últimas sí son “el hilo conductor” del relato de este tomo que consta de 724 páginas
Uno de los hacedores de la criatura es el director del Instituto Foronda, Antonio Rivera, que ya ha publicado numerosos libros sobre este asunto. En conversación con Vozpópuli, este catedrático destaca que en este libro “hablamos solo de terrorismo”, entendido como “una actuación violenta que selecciona víctimas para condicionar a la sociedad y los poderes públicos”, separándolo de “determinado tipo de violencias políticas”. Rivera argumenta que en este magno trabajo se busca "la verdad histórica" de lo que pasó. El resultado es un relato “hecho por historiadores y no por víctimas”, si bien estas últimas sí son “el hilo conductor” de todo lo que se cuenta en este tomo que consta de 724 páginas.
Durante la presentación de la obra, el director del Memorial de Víctimas, Florencio Domínguez, aseveraba que este es un libro que “invita a la reflexión” con un recuerdo de nuestra historia reciente, en la que hubo “unos comportamientos sociales e institucionales sobre los que debemos reflexionar”, así como el papel que jugó cada ciudadano". Todo el material recopilado por los investigadores para esta obra formará parte del Museo del Memorial que se inaugurará en Vitoria en los próximos meses. Así, cualquiera que pase por allí podrá consultar esta ingente cantidad de información.
Detalles del primer tomo
El libro que ahora se ha presentado está compuesto por ocho capítulos que incluyen las historias de las víctimas de ETA, así como los casos de los que padecieron el terrorismo de cuerpos policiales o el terrorismo ultraderechista y parapolicial. Este primer volumen de la obra se refiere al período comprendido entre 1968 y 1981. Los dos siguientes libros se referirán a las etapas de 1982-1994 y de 1995-2010.
Como exponen sus diferentes participantes, el rigor científico de los historiadores es la clave de esta obra que se antoja monumental. Firman este primer tomo los historiadores Iñaki Fernández Redondo, Javier Gómez Calvo y Erik Zubiaga Arana. Pero este es un trabajo en equipo, ya que los tres autores han tenido también la colaboración de otros historiadores como Víctor Manuel Amado Castro, Víctor Aparicio Rodríguez, Arturo Cajal Valero, Luis Castells Arteche, Miguel García Lerma y Barbara Van der Leeuw. Todos ellos coordinados por el ya citado José Antonio Pérez. Todos ellos guiados por el intento de contar el verdadero relato de lo que pasó.
Pio Foncillas
En tanto al gobierno le interese presentar a ETA como un grupo de delincuentes, no podrá saberse la verdad, ni analizarse un proceso sumamente complejo y presidido por las ideologías y la lucha. ETA fue un movimiento ensalzado y apoyado en tanto vivió el DIctador, para ser calificados de delincuentes cuando se repartieron el poder en la transición y a ellos no les dieron nada. Y antes, y despues, ellos solo luchaban por la independencia de su tierra. Es fácil tildarlos de delincuentes, y compararlos con salvajes, olvidando que en toda lucha armada (resistencia francesa), hay victimas. Nos faltan 100 años para entender el proceso, y creo que, como sociedad, tenemos un deuda con ellos. Me recuerda a los libertadores de América, perseguidos por la Corona Española, tildados de bandoleros y delincuentes para acabar con estatuas en el retito, donde, actualmente, se les llevan coronas de Flores. Es cuestión de tiempo.