País Vasco

Insultos y cacerolas contra los actos de PP, Vox y las víctimas en Mondragón

Pintadas y carteles contra el Partido Popular y Vox. Dos concentraciones marcadas por los cruces de reproches entre manifestantes. Pequeñas cargas de la Ertzaintza contra un grupo de radicales abertzales.

  • Simpatizantes de Vox asisten al acto que el partido celebra este sábado en Arrasate. EFE

Pintadas y carteles contra el Partido Popular y Vox. Dos concentraciones marcadas por los cruces de reproches entre manifestantes. Pequeñas cargas de la Ertzaintza contra un grupo de radicales abertzales. Y, sobre todo, una tensión desbordante y ruidosa durante toda la mañana. Así puede resumirse lo que ha ocurrido este sábado en la localidad guipuzcoana de Mondragón, donde finalmente no ha habido "marcha solidaria" por Henri Parot.

El día arrancaba con la concentración organizada por el PP vasco en las inmediaciones de la fábrica en la que ETA mantuvo secuestrados tanto al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que estuvo allí encerrado 532 días, hasta que la Guardia Civil lo libertó, como al empresario Julio Iglesias Zamora. Al llegar a ese lugar de especial simbolismo, los participantes se encontraban con una pintada en su contra: "Fascistas fuera, dejad en paz a Arrasate".

Ese calificativo, el de "fascistas", también estaba en varias pancartas colocadas en las calles del casco viejo de la localidad. Iba dirigido contra el PP y Vox, ya que las siglas de ambos partidos aparecían tachadas en los carteles. También aparecían varias pancartas colocadas por los abertzales en recuerdo del "día LKRTSN en recuerdo de los presos y refugiados políticos vascos" que se celebraba este sábado en Mondragón y que en principio iba a tener como principal evento la ya célebre "marcha solidaria" que el viernes desconvocaban sus organizadores.

"Con las víctimas o los verdugos"

Junto al lugar de los secuestros de ETA, el líder de PP vasco, Carlos Iturgaiz, se quejaba amargamente de tener que soportar "manifestaciones, ongietorris y concentraciones proetarras" y la número tres del PP nacional, Ana Beltrán, denunciaba que "Sánchez y Marlaska no han movido un dedo para frenar los homenajes a asesinos" y afirmaba que el Gobierno "tiene que elegir si está con las víctimas o con los verdugos, con los herederos de ETA".

Después del acto del PP, se celebraban otros dos actos casi al mismo tiempo y separados por pocos metros en el centro de Mondragón. Primero la izquierda abertzale, capitaneada en este caso por la plataforma Sare, celebraba una concentración contra la "cadena perpetua" sin mencionar a Parot. Al término de esa protesta decenas de jóvenes radicales que habían tomado parte en ella acudían a intentar boicotear el acto que realizaban Vox y las víctimas de ETA.

"Viva España" versus "Fuera fascistas"

Este grupo de jóvenes radicales coreaba consignas como "fuera fascistas", "vosotros, fascistas, sois los terroristas", "sin zipaios no sois nada" o "puta España". Asimismo, algunos vecinos ubicados en balcones cercanos al lugar de la protesta intentaban dinamitarla con cacerolas, más gritos, pitidos y una decena de petardos. Los manifestantes respondían con numerosos "vivas" a España y la Guardia Civil, así como con gritos de "ETA asesina" o de "libertad".

Durante esa protesta, crecía aún más la tensión entre manifestantes. Un grupo de los abertzales se había colocado aún más cerca del acto de Vox y Voces contra el terrorismo. Unos y otros intercambiaban consignas e insultos mientras unos metros atrás tomaban la palabra víctimas como Francisco José Alcaraz, que perdió un hermano y dos sobrinas de tres años en el atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza perpetrado por Parot, y María Jesús González, madre de Irene Villa, que como su hija perdió las piernas en un atentado de la banda terrorista.

Hablan las víctimas

Alcaraz, ahora diputado de Vox y antes presidente de la AVT, denunciaba que "dicen que hemos venido a provocar y sí, es verdad, hemos venido a provocar la conciencia de los españoles". "El mayor delito de odio es permitir los homenajes a terroristas". González, por su parte, decía que "espero que algunos no se tengan que arrepentir de alimentar a la serpiente de ETA". Y ambos coincidían en reclamar "memoria, dignidad y justicia" para los damnificados por el terrorismo. También intervenía, como ya ha contado Vozpópuli, el líder de Vox, Santiago Abascal, que estaba acompañado de otros dirigentes como Macarena Olona o Javier Ortega Smith, para denunciar "la complicidad del presidente del Gobierno" en los actos de exaltación de los terroristas.

Al final de la mañana, en el casco viejo de Mondragón los jóvenes que habían participado en la concentración de Sare y que habían intentado boicotear el acto de las víctimas atestaban los bares junto a varias pancartas que celebraban "el día LKRTSN en recuerdo de los presos y refugiados políticos vascos"

El cruce de insultos que se producía mientras hablaban las víctimas y Abascal y mientras se escuchaban las cacerolas -demasiado ruido- no pasaba a mayores en gran medida gracias a la eficacia del amplio dispositivo de seguridad desplegado por la Ertzaintza. No obstante, al término de la concentración la tensión imperante aún subía más enteros. Algunos radicales amenazaban incluso a algunos periodistas. La policía autonómica vasca llevaba a cabo al menos dos pequeñas cargas en las inmediaciones de la zona donde estaban aparcando los autobuses de los manifestantes de Vox y la asociación de víctimas.

Tras el silencio, al bar

Las cacerolas no dejaban de sonar. Más insultos desde los balcones. E incluso algunas piedras caían cerca de los vehículos mientras los asistentes a la protesta se metían en ellos. Durante las cargas de la Ertzaintza un hombre de 81 años, ajeno a los incidentes y que se encontraba en un bar cercano, resultaba herido al ser arrollado. Después era trasladado por una ambulancia con una brecha en la cabeza.

Cuando se marchaban los autobuses, llegaba el silencio de quienes gritaban. Poco después los agentes de la Ertzaintza se retiraban. Y en el casco viejo de Mondragón los jóvenes que habían participado en la concentración de Sare y que habían intentado boicotear el acto de las víctimas atestaban los bares junto a varias pancartas que celebraban "el día LKRTSN en recuerdo de los presos y refugiados políticos vascos".

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