Ellos no compiten directamente, pero representan a las dos almas en liza. En pocas semanas Eusko Alkartasuna (EA), partido vasco que nació como escisión del PNV a finales de los ochenta, celebra un cónclave decisivo sobre su futuro, porque entre otras cosas se definirá su encaje en EH Bildu, coalición de la que forma parte desde su nacimiento en 2011. Batallarán dos corrientes, que son la dirección actual del partido, afín a Arnaldo Otegi, y el sector crítico, respaldado por el exlehendakari y fundador de EA, Carlos Garaikoetxea.
O sea, en el congreso de EA se librará un interesante duelo Otegi versus Garaikoetxea pero de forma larvada. Eba Blanco encabeza a quienes ahora llevan la batuta del partido y apuestan por el continuismo, es decir por seguir en la coalición como en los últimos años. Maiorga Ramírez lidera a la corriente crítica que aboga por dar más peso a EA dentro de Bildu, con más voz y más protagonismo para que el partido no se diluya.
Ambos sectores llevan varios años enfrentados, no paran de cruzarse duros reproches y hasta batallan en los tribunales a cara de perro. Tanto es así que ahora mismo acaba de trascender que la dirección propone expulsar a Ramírez, cara visible de los críticos, durante 12 años. Motivo por el que este último acusaba esta misma semana a Blanco y su núcleo duro de intentar "controlar el congreso" en ciernes mediante "represión interna".
Nadie quiere romper con la marca Bildu, pero unos, los actuales dirigentes, están más cómodos que otros, los críticos, con el papel secundario de EA en la coalición, donde es evidente el dominio de Sortu, heredero de Batasuna
Este duro enfrentamiento entre los dos sectores de EA resulta decisivo también para la coalición EH Bildu. Porque en discusión está precisamente cuál debe ser el papel del partido fundado por Garaikoetxea dentro de su alianza. Nadie quiere romper con la marca bildutarra, pero unos, los actuales dirigentes, están más cómodos que otros, los críticos, con el papel secundario del partido en la coalición, donde es evidente el dominio de Sortu, heredero de Batasuna.
La voz de EA y la condena a ETA
Precisamente por esas diferencias de criterio es obvio que Otegi y los suyos están más cerca de la actual dirección que con el grupo que reclama más voz para EA. Una voz que además resultaría incómoda en algunos asuntos no menores como el de la condena del terrorismo de ETA. El propio Garaikoetxea, cuyo apoyo a los críticos es notorio pero que en general prefiere estar en un segundo plano, reapareció el pasado otoño para hablar de este asunto.
Garaikoetxea recuerda el "pasado impoluto" de EA, que siempre ha condenado a ETA, al revés que Sortu, que todavía no la ha condenado
Tanto en un acto público en Muskiz como en una entrevista a El Diario Vasco, el exlehendakari expresó el dolor que siente al ver que se califique a EA de defensora de ETA y, de hecho, hizo hincapié en el "pasado impoluto" del partido que fundó porque "hemos defendido los derechos humanos en todas las circunstancias" y eso genera "un bagaje histórico que no nos lastra con una mochila". Una clara alusión a Sortu, que todavía no ha condenado a ETA, al contrario que EA, que siempre la ha condenado.
En algunas ocasiones desde el sector crítico de EA se ha señalado directamente a Otegi por su papel en esta pelea, dada su sintonía con los dirigentes de la formación. En todo caso, la batalla viene de lejos. Al menos desde 2017, cuando Peio Urizar, también afín a Otegi y hacedor de la integración de EA en Bildu, ganó por escaso margen al citado Ramírez. Solo dos años después, Urizar dimitió y las hostilidades por sucederle todavía no han acabado.
¿Quién ganará?
En ese contexto, el congreso de EA, quizás uno de los más decisivos en sus 35 años de historia, se celebrará los días 19 y 20 de febrero y 5 y 6 de marzo. ¿Cuáles son los apoyos que tiene cada una de las dos corrientes enfrentadas? ¿Quién se impondrá en el congreso?
En unas declaraciones a Efe, el citado líder de los críticos subrayaba que subraya que "la práctica totalidad" de las asambleas locales de EA han triunfado las tesis del sector crítico. Asambleas celebradas en las tres provincias del País Vasco y en Navarra. Los críticos son más fuentes en la Comunidad Foral, donde Ramírez es secretario general, pero también dicen contar con mayoría en el resto.
En varias entrevistas concedidas en los últimos días Ramírez se mostraba convencido de que es necesaria "una EA fuerte y con personalidad propia en EH Bildu" para evitar "su identificación exclusiva con la izquierda abertzale". Además, defendía que una vulneración de derechos democráticos "debe ser censurada antes, ahora y en todo lugar" y por eso le hubiera gustado ver a EH Bildu "con una actitud pública crítica" con lo sucedido y exigente con una "solución democrática de las controversias".
Esas últimas palabras constituyen un dardo evidentemente dirigido a Otegi y los suyos, que guardan silencio mientras respaldan a la actual dirección.