El apoyo del PNV nunca sale gratis. No es difícil aventurar que los siete diputados del PNV votarán a favor de la investidura de Pedro Sánchez. A cambio, hay dos condiciones que los peneuvistas van a exigir al nuevo Gobierno sí o sí: transferir las competencias de autogobierno pendientes y el apoyo de los podemistas a los presupuestos del Ejecutivo vasco que preside Íñigo Urkullu.
La reclamación de más autogobierno no es nueva ni baladí. El Gobierno vasco acordó con el Ejecutivo de Sánchez la transferencia de 36 competencias recogidas en el Estatuto de Gernika que acaba de cumplir 40 años. Dicho acuerdo ya incluía un calendario de trabajo para que las transferencias se materializasen de forma progresiva.
Por si había alguna duda, el portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, lo dejaba claro este miércoles: "Vamos a reclamar y exigir al Gobierno central que, entre los objetivos prioritarios de su programa, incluya el compromiso íntegro del Estatuto de Gernika, y retomar la agenda de transferencias pendientes que dejamos anclada y paralizada allá en el mes de abril, hace siete meses".
Presupuestos en Euskadi
La segunda condición también es indispensable. El Gobierno de Urkullu, fruto de una coalición entre PNV y PSOE, tuvo que prorrogar sus presupuestos de 2018 para este ejercicio porque no llegó a acuerdos con ninguna de las fuerzas de la oposición (Bildu, Podemos y PP). En el último debate de política general, celebrado en septiembre, el lehendakari sorprendió a propios y extraños al señalar como hipotético socio a Podemos.
Esa alianza, a priori antinatural en lo económico, parecía compleja. Pero ahora se antoja más que sencilla, porque el apoyo a Urkullu se traduciría con toda seguridad en el apoyo de Aitor Esteban y los suyos al nuevo gobierno de PSOE y Podemos. Así, ambas partes se garantizarían estabilidad tanto para el corto como para el medio plazo.
Bildu quiere una "mesa de diálogo"
No parece tan sencillo, sin embargo, que los 5 diputados de Bildu vayan a apoyar con un "sí" al nuevo Gobierno. La coalición abertzale que lidera Arnaldo Otegi también tiene claro cuál es su precio para apoyar a Sánchez e Iglesias. Y ese precio no es otro que la apertura de una "mesa de diálogo" para la cuestión territorial, tanto la catalana como la vasca. No puede olvidarse que Bildu es socio preferente de ERC desde hace unos meses.
Esa mesa de diálogo tendría que incluir, según Bildu, la posibilidad del derecho de autodeterminación y la "liberación de los presos políticos" catalanes.