De héroe de las canchas de baloncesto a objeto de deseo para una supuesta red de lavado de dinero negro. La Policía se ha incautado en la Operación Colapso-Edén, el mayor golpe dado a las mafias de la noche madrileña, de documentación que revelan que varios de los detenidos habían montado presuntamente una trama de blanqueo que pretendía utilizar el nombre de Pau Gasol para hacer negocio. En concreto, para ganar cerca de 100.000 con el envío de SMS premium a los 50.000 aficionados que esperaban atraer en sólo tres meses a un club de fans del jugador de baloncesto que tenían intención de montar. Así se recoge en un informe del pasado 21 de junio de la Agencia Tributaria, entregado en el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid y al que ha tenido acceso Vozpópuli, en el que se destaca que la empresa a través de la cual pretendían hacerlo, Zabalia Worldwide Corporation S.L. (ZWC), era "gestionada" por dos de los principales detenidos en aquella operación, el empresario Laurentino Sánchez Serrano, alias Lauro, y el abogado Roberto Rodríguez Casas.
La empresa consideraba la creación de una sociedad con el baloncestista "de gran importancia a nivel mundial" para su desarrollo
En concreto, el informe del Grupo de Investigación Patrimonial de Vigilancia Aduanera se centra las supuestas actividades de blanqueo del primero de ellos, al que las investigaciones de la Policía sitúan como el presunto cabecilla de una compleja red dedicada a introducir cocaína en España que desmantelaron con su detención en enero de 2011. En concreto, el informe considera que hay indicios suficientes para considerar que Lauro Sánchez había montado un amplio entramado empresarial en el que, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones él no aparecía como titular, sino que había colocado supuestamente testaferros. Sin embargo, en cinco empresas sí aparecía su nombre como "socio, apoderado o administrador". Una de ella es, precisamente, Zabalia Worldwide Corporatión S.L., una empresa creada en julio de 2009 y en la que, según un documento encontrado en uno de los registros, el presunto cabecilla de la trama no era sólo el propietario del 35% de la acciones, sino también trabajador de la misma. El otro imputado, Rodríguez Casas, aparecía como miembro del "comité de dirección" sin participación, aunque su hijo poseía sobre el papel el 25% de la compañía.
Dicho documento interno de la empresa, incorporado a la causa y fechado el 5 de noviembre de 2009, señala como uno de los objetivos clave de esta compañía la creación del "Club Pau Gasol", para el que tenían previsto una estimación inicial de 50.000 socios. "Con una autorización expresa [de los socios] para la recepción de 25 SMS al mes cada uno a razón de 0,30 céntimos de euro por SMS", el grupo espera conseguir unos ingresos brutos de 375.000 euros. El documento también detallaba cómo se repartirían dichos ingresos: el 50% para las compañías de telefonía, y el otro 50% restante, "a partes iguales tras cubrir gastos", para la empresa de la trama y para la compañía que lleva la imagen del jugador de baloncesto, Meta Image. "50.000 socios del club generarían al mes unos ingresos directos para Meta Image de 93.750 euros y otros 93.750 para el grupo ZWC", recoge textualmente el documento incautado.
Un crecimiento del 25% en medio año
Vozpópuli se puso ayer en contacto telefónico con la empresa que lleva la imagen de Pau Gasol, uno de cuyos empleados mostró su sorpresa por el supuesto intento de crear un club de fans de Pau Gasol. Este miembro de Meta Image negó, de hecho, que hubiera existido nunca nada parecido en torno a la figura del reciente medallista olímpico, aunque, dado el tiempo transcurrido --se supone que los contactos entre ambas empresas, de haber existido, se produjeron en el segundo semestre de 2009-- no podían confirmar o desmentir si llegó a haber algún tipo de conversación con la compañía de Lauro Sánchez, aunque se mostró segura de que de haberse producido no se concretaron en nada. Sin embargo, el documento incautado a la empresa de la trama aseguraba textualmente que "se ha logrado la unión con Meta Image para la formación de una sociedad con Pau Gasol de gran importancia a nivel mundial".
Además, los planes de la empresa de Lauro eran que dicho club creciera de modo rápido, con 25% más de socios en los siguientes "cuatro o seis meses", y con ello los beneficios para su empresa. De hecho, el proyecto en torno a Pau Gasol era en el momento en el que se redactó una de las tres cuentas de parecidas características "que tiene en marcha actualmente la compañía" y con la que que esperaban facturar en tres meses "entre los 500.000 y 1.500.000 euros". Las otras dos, supuestamente, se iban a contratar con la compañía de viajes Globalia y con la empresa de organización de conciertos Live Nation. En ambos casos, ZWC pensaba aplicar un sistema de SMS premium parecido a la del reciente medallista olímpico, aunque con mayores expectativas de negocio: para cada una calculaban conseguir 100.000 socios en los primeros meses tras su puesta en marcha.
"La dirección actual de la compañía cree que la rentabilidad será desde el primer momento en que se ponga en marcha el primero de los proyectos de la compañía", recogía el documento, que detallaba también la existencia de otros proyectos con Tele5 y productoras de televisión, con los que esperaba coproducir diferentes series y programas de televisión. Incluso, sus autores auguraban la entrada en su capital de una multinacional. "Esto convierte a ZWC en una empresa con un valor en el mercado de 6 millones de euros", se jactaban los autores del mismo que no dudaban en asegurar que "con todos los acuerdos firmados o en marcha [...] la compañía está en un momento muy positivo".
Entramado empresarial
El negocio de los clubs de fans y de los SMS premium son, según el análisis de los investigadores de la Agencia Tributaria, sólo una pequeña parte de la trama de blanqueo de dinero organizada entre el empresario Lauro Sánchez y su abogado Roberto Rodríguez Casas. De hecho, y como ya adelantó la semana pasada Vozpópuli, una de sus empresas llegó a firmar un protocolo de declaración de intenciones con el ayuntamiento de Pinto (Madrid) para levantar en esta localidad del sur de Madrid una universidad privada con cuatro facultades en las que se impartirían un total de 20 licenciaturas. En este proyecto, sin embargo, Lauro Sánchez no aparecía en el accionariado de la empresa que lo iba a promover, pero sí su mujer a través de una empresa de la propia red. El abogado, una de las personas que actualmente ejerce de intermediario en la compra del Málaga CF, si aparecía en la misma. Ambos se encuentran en la actualidad en libertad a la espera de juicio.