“Hay momentos en la vida de todo hombre en los que se asume un especial sentido de la responsabilidad”. Con estas palabras arrancó Adolfo Suárez en 1981 el histórico discurso en el que anunciaba su dimisión. Han pasado más de cuatro décadas y ahora es otro presidente, Pedro Sánchez, quien en un comunicado -escrito, en su caso- barrunta una decisión drástica sobre su futuro después de que un juzgado haya abierto diligencias contra su mujer, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias. El actual ocupante de la Moncloa, eso sí, se ha dado hasta el lunes para anunciar su determinación.
Pero, más allá de la forma en comunicar la noticia, hay profundas diferencias entre ambos episodios. “Hoy tengo la responsabilidad de explicarles, desde la confianza y la legitimidad con la que me invistieron como presidente constitucional, las razones por las que presento, irrevocablemente, mi dimisión como presidente del Gobierno”, aseveró entonces Adolfo Suárez. Así, a diferencia de Sánchez, su decisión fue absoluta e inmediata.
El líder de Unión de Centro Democrático (UCD), pieza clave en la Transición, atravesaba entonces un profundo desgaste político. “Mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la Presidencia”, reflexionó Suárez. Y añadía: “Me voy, pues, sin que nadie me lo haya pedido, desoyendo la petición y las presiones con las que se me ha instado a permanecer en mi puesto”.
Adolfo Suárez ocupó la presidencia del Gobierno entre 1976 y 1981; años en los que se forjaron algunas de las principales estructuras sobre las que se asienta nuestra democracia. “Mi desgaste personal ha permitido articular un sistema de libertades, un nuevo modelo de convivencia social y un nuevo modelo de Estado”, aseveraba en su alocución. “Pero, como frecuentemente ocurre en la historia, la continuidad de una obra exige un cambio de personas”.
De Adolfo Suárez a Pedro Sánchez
A diferencia de Suárez, Pedro Sánchez aborda su situación a través de un texto escrito publicado a través de las redes sociales. No anuncia una decisión definitiva, sino un tiempo de “reflexión”; en concreto, hasta el próximo lunes: “Compareceré ante los medios de comunicación y daré a conocer mi decisión”.
El líder socialista esquiva la palabra que Suárez empleó en su discurso en numerosas ocasiones: “Desgaste”. Sí menciona los “ataques” de la “derecha y la ultraderecha”: “Un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Begoña Gómez, a petición de una organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios”.
Además de defender la inocencia de su mujer, Sánchez denuncia una campaña de “acoso y derribo por tierra, mar y aire”, apoyada en una “máquina del fango” contra él y Begoña Gómez. “Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es ¿merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé”, apunta Sánchez.
“Necesito parar y reflexionar -añade-. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”.
Adolfo Suárez y Pedro Sánchez; dos comunicados, cuatro décadas de diferencia y notables diferencias en sus respectivos anuncios.
JOSE ANTONIO BUENDIA GOMEZ
Este HP. ,no se va , ni hechandole agua hiriendo. Quiere ir de victima. Estamos en una DICTADURA COMUNISTA TOTAL.
Mercurio
La diferencia entre un hombre de Estado y hombre serio, y un pelele cantamañanas.