España

Orgía de gasto público: Sánchez, Iglesias y Rivera se entrenan para nuevas elecciones

Sin haber arrancado todavía oficialmente la XI legislatura, el PSOE, Podemos y Ciudadanos han convertido el Congreso en una especie de mercado electoral del que el PP se mantiene de momento al margen. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera no quieren dejar de pedalear ante la posibilidad de que tengan que enfrentarse de nuevo a las urnas.

 

  • Pedro Sánchez, entre Albert Rivera y Pablo Iglesias, antes de uno de sus debates en televisión.

Todavía no se han constituido la veintena larga de comisiones en las que deben tramitarse las propuestas legislativas de cada partido y ni siquiera se han formado los propios grupos parlamentarios. Sin embargo, el PSOE, Podemos y Ciudadanos compiten en una especie de carrera contrarreloj por presentar las iniciativas más atractivas que llevan en sus programas electorales y que, de salir adelante, dislocarían seriamente los Presupuestos para 2016 aprobados al final de la pasada legislatura. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera no descartan en absoluto la posibilidad de tener que ir a otras elecciones y quieren marcar territorio en lo que podría ser el arranque de una nueva campaña.

El conjunto de los planes de emergencia dislocarían los Presupuestos de 2016

Buena parte de las iniciativas que los tres partidos han presentado en el Congreso implicarían una auténtica orgía de gasto público, incompatible con los objetivos de déficit a los que obligan los compromisos contraídos por el Gobierno en funciones con Bruselas. Ninguna propuesta lleva aparejada memoria económica, por lo que todos los cálculos tienen que ser aproximados.

Las propuestas defendidas por Pedro Sánchez que mayor impacto tendrían en el proceso de consolidación fiscal que España ha emprendido desde 2012 son el aumento del salario mínimo, el establecimiento de un ingreso mínimo vital para atender a los hogares sin recursos y la cobertura de los gastos de electricidad de todos aquellos hogares víctimas de la “pobreza energética”.

Podemos no se queda a la zaga y defiende dentro de su plan de emergencia social aumentar en 7.000 millones de euros el gasto sanitario, acabar con el copago farmacéutico, la prohibición de los desahucios, proporcionar vivienda a todas las víctimas de violencia de género, pagar el agua, la luz y el gas a las familias con problemas económicos, la nacionalización de estos servicios, la introducción de quitas en las deudas hipotecarias, el “rescate” de autónomos y empresas mediante la cancelación de sus deudas y una renta mínima de inserción para las personas “en situación vulnerable”.

Competición por el espacio de centro izquierda

Ciudadanos presentó este jueves medidas que tampoco fijan su coste económico para complementar los salarios de los siete millones de personas que, según Albert Rivera, “no llegan a fin de mes”, encarar un plan de choque formativo para desempleados de larga duración y dejar exentos de cotizar a los autónomos sin beneficios.

Estas y otras propuestas las llevarán los tres partidos al debate parlamentario en la primera ocasión que tengan dentro de una especie de competición preelectoral que disputan en el terreno del centro izquierda. Rivera dejó claro ayer que con ellas podrá pactar indistintamente tanto con el PP como con el PSOE, eso sí, sin entrar en el Gobierno.

El PP propone esperar a que haya nuevo Gobierno para debatir estas medidas

Las prisas por demostrar que hay anhelo de cambio ha dejado al PP fuera de juego y sin iniciativa. Su portavoz, Rafael Hernando, dijo este martes que lo lógico para debatir estos planes de choque es esperar a que haya nuevo Gobierno. De hecho, va a pedirse un informe a los servicios jurídicos del Congreso para conocer si pueden debatirse estas propuestas con un Ejecutivo en funciones, pues podría darse el caso de que se aprobaran sin poder ser aplicadas por el Gabinete que ahora preside Mariano Rajoy, lo que a juicio del PP provocaría una cierta frustración.

Dentro del paréntesis que se vive después de las elecciones del 20 de diciembre, siguen teniendo un papel relevante los gestos. Podemos y Ciudadanos han renunciado a que sus portavoces parlamentarios tengan coche oficial.

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