La Comisión Europea considera “demasiado optimistas” las previsiones de reducción de déficit que el Gobierno ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado de 2013, según confirman fuentes de la Comisión. Sin embargo, Bruselas sí da por buenas las cifras de crecimiento que ha remitido el Gobierno de Rajoy que estima que en 2013 la economía española decrecerá un 0,5%.
Bruselas trabaja a día de hoy con una previsión de caída económica que es “sólo unas décimas más pesimista” que la española, afirman esas fuentes. Pese a que las cifras oficiales de la UE no se harán públicas hasta dentro de un mes, su equipo económico trabaja con una horquilla de caída de entre 0,6 y un 0,8%, es decir, la mitad de lo que constituye el consenso de mercado. Sin embargo, la Unión Europea no publicará oficialmente sus previsiones macroeconómicas para España hasta el próximo día 7 de noviembre.
La UE trabaja con una horquilla de caída económica de entre el 0,6 y el 0,8% a día de hoy, “sólo unas décimas más pesimista” que la española
Sin embargo, la Comisión considera que el Ejecutivo ha sobrevalorado los ingresos del Estado e infravalorado sus gastos. El resultado es un déficit mayor que el que el Gobierno ha planteado a Bruselas y que cerraría 2012 con un agujero del 6,3%, cumpliendo con las exigencias comunitarias.
El Gobierno ha recibido ya la queja de Bruselas, según la agencia Bloomberg, que asegura que Olli Rehn trasladó ese malestar al Ejecutivo el pasado 1 de octubre en la reunión que ambos mantuvieron en Madrid.
El Banco de España también cuestiona
Las dudas de la Unión Europea sobre la cifra de déficit español no son las únicas. También el Banco de España ha cuestionado el cumplimiento de los objetivos comprometidos con Bruselas. Luis Linde tildó de "optimistas" unas cuentas que no tienen en cuenta el ajuste que implican las ayudas a la banca. "La información disponible muestra que hay riesgos de incumplir el objetivo para este año" sostuvo Linde en su comparecencia en el Congreso.
El Banco de España cuestiona los dos lados del balance público: desde el punto de vista de los ingresos, la recaudación sigue un 4,6% por debajo de lo previsto, mientras que desde el lado de los gastos, la revalorización de las presiones podría añadir 3.8000 millones de gasto extraordinario al Estado. Esa combinación hace difícilmente alcanzable la cifra exigida por Bruselas para este año.