La presencia en el banquillo del abogado de Puigdemont en el juicio al narco Sito Miñanco está acaparando gran parte de la atención de este juicio que comienza hoy. En concreto, a Gonzalo Boye está acusado de blanquear los beneficios de una operación en 2017 que se incautó de cuatro toneladas de cocaína. Políticos y medios nacionalistas se han lanzado a desacreditar el proceso judicial, manteniendo que se trata de una operación encubierta contra el separatismo catalán —basándose en que algunos investigados han variado sus declaraciones—. Así lo ha denunciado el propio Puigdemont en su cuenta de X, donde asegura que el juicio se ha orquestado para "sacar de la circulación" a Boye. "Manipulación descarada por hacerle pagar los fracasos de la represión española en Europa, y por tenerlo como rehén", ha criticado.
Sin embargo, Boyem para que el solicitan 9 años y medio de prisión, es conocido por su trayectoria delictiva. No en vano, Boye participó en el secuestro en los años 80 del empresario Emiliano Revilla por parte de ETA, que pasó 249 días en un zulo y fue liberado tras pagar su familia 1.000 millones de pesetas. Boye fue condenado por su implicación a 14 años de prisión —finalmente, solo cumplió siete, que aprovechó para sacarse la carrera de Derecho—.
Tras reinsertarse en la sociedad, Boye ha ejercido como letrado en casos de gran repercusión mediática. Uno de los primeros fue el juicio de los atentados del 11M en Madrid donde representó a la viuda de una de las víctimas. También ha participado en causas internacionales como la presentación de una querella contra seis asesores del presidente estadounidense George W. Bush por el caso Guantánamo. Asimismo, presentó una querella contra el extesorero del PP, Luis Bárcenas por financiación irregular y defendió a Rodrigo Lanza, el joven de extrema izquierda acusado de dejar tetrapléjico a un policía —y actualmente en prisión por la muerte de un hombre que portaba tirantes con la bandera de España—. Por último, defendió al rapero Valtònic, condenando a tres años y medio de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo al pedir "matar a un guardia civil", entre otras proclamas.